Lo del apagón digital da un poco de miedo. Suena recio y apocalíptico como el fin del mundo, la conquista del Oeste, la guerra fría, o, qué se yo: ¿tengo una pregunta para usted? Esto de cambiar las señales de golpe y ponerles, por huevos, una TDT en la vida a los ciudadanos, es un plan ambicioso, a la altura de aquellos que proponían: meta un libro en su vida, plante un árbol o qué menos que comerse un plátano al día . El caso es que para el 30 de junio de este año todo el mundo tiene que conectarse al tema digital si no quiere quedarse sin televisión. «Total para lo que hay que ver» suele decir mi suegra mientras ojea a ultima hora del día el periódico; como buscando alguna ganga entre las páginas, «lo mismo estábamos mejor sin tele». Estoy contigo Alicia. Porque hay decisiones que aburren. Sin ir más lejos la de llamar a Raphael para el estreno allá por marzo en TVE 1 de Los Mejores Años . No me digan que esta repetición no se merece más que un apagón, el mismísimo diluvio universal y analógico. Ya les vale. Esta cadena es pura pescadilla mordiéndose la cola. Programo El tamborilero y luego hago un recopilatorio con las mil y una veces con las que este hombre nos amenizó la Navidad con su inigualable forma de pronunciar el poropopo po pon . Digo yo que, de lo que se trata, es de ver en la tele algo nuevo cada día y no una eterna repetición. Esto de repetir siempre lo mismo, ¿no es una muestra fragante de pereza? Hay que innovar como políticos que, aburridos de patearse la calle y hablar con los ciudadanos uno por uno, deciden reunirlos al azar, montarlos en un autobús y llevarlos a un hotel para darles la chapa electoral. El secuestro express de los jubilados con fines políticos es la idea más revolucionaria que he oído en todo lo que llevamos de siglo, porque la del anterior está claro que fue Raphael con su tambor. Poro po, pon, pon, pon…
Fútbol y cara al sol
EN la despedida del martes, el Gran Wyoming se marchaba diciendo que tener el programa a esas horas estaba bien, porque hay muchos días que se toman fiesta porque los cambian por el fútbol. El fútbol es para éstos como esas nevadas que impiden a los chavales ir al colegio y se quedan en casa viendo la televisión, desojándose con laPSP o jugando al tenis con la Wii . El fútbol tiene tanto éxito que no hace falta anunciarlo. La gente coge el mando y como las moscas en la miel nos vamos quedando pegados al partido. Da igual que sea la final de la Eurocopa que, como ayer, el Coruña con el equipo danés Aalborg, que no lo conoce nadie. Pero ahí están. Mandan a los de El intermedio de fiesta y comienzan su retahíla de frases hechas, narración épica y gritona que caracteriza las retransmisiones de La Sexta y, en general, de todas las cadenas que lo hacen. Los que no van a tener acceso a las nuevas tecnologías serán los concursantes que participen en el reality que Antena 3 quiere poner en marcha y que todavía no tiene ni nombre. Animados por el éxito de El internado quieren adaptar un concurso que lleva varias temporadas triunfando en Inglaterra. Se trata de que un grupo de quinceañeros sean encerrados y sometidos a una estricta educación que responda a métodos y costumbres que estuvieron en vigor en la década de los cincuenta. Imagino que tendrán que adoptar también la metodología inglesa, porque lo que aquí campaba durante aquellos horrorosos años era el fascismo en estado puro, además de la tutela agobiante de la iglesia. A ver si ahora por seguir a rajatabla el carácter histórico pierden la noción y, como quien no quiere la cosa, les obligan a los concursantes a cantar el Cara al sol y a levantar de aquella manera tan extendida el brazo. Sólo de pensarlo da miedo.
En busca de Marta
Se han propuesto hacer caja con Marta, la chica desaparecida en Sevilla, y lo están consiguiendo. Este fin de semana detuvieron a los presuntos autores de su desaparición. Desde entonces no han sacado el caso de la programación. Algo tiene el tema que se les comienza a ir de las manos. Se habla tanto de la maldad de estos tipos que los están convirtiendo en personajes televisivos con su atractivo lado oscuro. Parece que ha llegado el momento de resucitar el morbo que en su tiempo tuvieron publicaciones como El Caso . El crimen cumple con todos los requisitos para permanecer en antena el tiempo que haga falta. Búsqueda en directo, tertulianos, colaboradores, especialistas, toda una caterva de cotillas le están sacando punta al terrible asunto. El papel sacrificado de la familia es descorazonador. Con las fuerzas que les quedan después de una búsqueda agónica, acuden a cada llamada de la tele para conseguir la notoriedad suficiente que haga que la justicia llegue implacable a los verdugos. Ya es triste que los ciudadanos tengan que dejarse ver (ocurrió lo mismo en el caso de la niña Mari Luz) para que les hagan más caso. Parece admitido que la justicia y la Policía sólo se ponen las pilas si el tema está en la opinión pública. Y ya es casualidad que el renacimiento de este género periodístico coincida con la crisis económica. Un género que tiene mucho de linchamiento público de los autores, pero que juega de manera inmisericorde con quien está sufriendo. Este despliegue mediático en torno al caso de Marta es como esos buques arrastreros que todo lo atrapan y lo mezclan. Lanzan sus redes por las aguas revueltas donde dicen buscarla y lo único que consiguen es enturbiarlo todo. La información del caso dura cinco minutos. Se están empeñando en vender humo donde sólo hay dolor. Pura palabrería en medio de la pertinaz injusticia.
Hasta la república
MENUDA coincidencia la vivida esta semana con el 23-F. Resulta que se solapan las recreaciones que TVE y Antena 3 han preparado sobre el tema, aunque los vencedores han sido claramente los primeros. No sé cómo los de la cadena privada se han atrevido a competir en este terreno con TVE, porque ésta es una verdadera especialista. Diría más: el verdadero objetivo de la televisión publica española es el de reinventar la historia contemporánea a fuerza de manipular las imágenes. Todo el mundo sabe que el fondo documental de TVE es impresionante, pero resulta que una gran parte de él permanece inédito. Eso sí, las imágenes ya conocidas forman parte de la memoria colectiva. Están marcadas a fuego a fuerza de repetirlas, repetirlas y repetirlas. Con estas dos series poco se ha avanzado en desentrañar los entresijos de aquellos días convulsos. De alguna manera, parecen hechos para perpetuar los tópicos básicos de buen rollo de la transición, qué bueno que Juan Carlos estuvo allí y poco más. Está claro que habrá que esperar a la III República para que alguien se atreva a sacar a relucir todo ese fondo documental que, de momento, dicen cuidar. Esperemos que tanto celo por mantener sus tesis históricas no lleve a nadie a darle el paseíllo y hacerlo desaparecer o enterrarlo en alguna cuneta sin derecho alguno a la memoria histórica.
Porque para desaparecer siempre hay tiempo y, si no, que se lo digan a Camera café. Tantos años de éxito en su horario y, de buenas a primeras, lo pasan a la sobremesa y se hunde. Ya les avisamos antes de que lo pasaran que, a esas horas de la siesta y duermevela, nadie puede con Amar en tiempos revueltos. Pero no hacen caso y poco a poco se están cargando de razones para desempolvar Aquí hay tomate. Al tiempo.
A tocar el clarinete
Por lo visto ayer en la nueva temporada de Mujeres desesperadas, es como si hubieran hecho un pacto con el diablo. Han pasado 5 años y ellas siguen en la misma edad indeterminada en la que comenzaron y, si me apuran, todavía más jóvenes. Lo cierto es que, desde que popularizaran el Wisteria Lane, han ido cayendo en cada temporada una vez superada la grata sorpresa de su estreno. Pero si alguien pudo verse especialmente desesperado, ése fue Miguel Ángel Muñoz en El Hormiguero . Ya saben, el barbitas de Upa dance y el Síndrome de Ulises se presentó ante Motos para dejarse usar o insultar, no quedó muy claro. El caso es que le prepararon una trampa en la que tuvo que salir airoso de una mala presentación como mago y, para rematar la tarde, le obligaron a dejarse picar por una abeja. Como lo leen. A veces, en la trepidante sucesión de locuras de El hormiguero , pierden los papeles. Hay días en los que pretenden rizar el rizo sin muchos argumentos y, claro, no lo consiguen. Como no les salen los trucos su ímpetu lo descargan en un actor que siente como obligación lo de promocionarse. Triste episodio donde no fueron tenidas en cuenta las tímidas protestas del afectado. No creo que su continuidad dependa de meterse en una espiral de locura buscando a diario el más difícil todavía. Vamos, que la siguiente entrevista la tengan que hacer en un trapecio sin red y que para promocionar películas los actores tengan que encerrarse en una jaula de leones o anudarse una serpiente de cascabel en el cuello. Y hablando de veneno: la gala de los premios TP. La emitieron una hora más tarde en un falso directo. Lo suficiente para que ayer no pudiéramos hablar de ella. Así que por mi parte hoy toca silencio. No me extraña que Buenafuente no acudiera. ¿Estaría como Woody Allen en algún garito tocando el clarinete o se quedaría en casa viendo House ?
La gente cambia
Resulta que comienza otro concurso de viajes en Antena 3 y seleccionan a Cyril Jaquet, un tipo que en la noche del 31 de julio al 1 de agosto de 1994, siendo un adolescente, mató a sus padres. Pueden decir misa, pero que no conocían los antecedentes de la criatura no se lo cree nadie, aunque sea verdad de la buena. Sobre todo porque si hubiera sido así no le hubieran brindado la morbosa oportunidad de sacarlo en escena. Demasiada tentación a usarlo de señuelo del reality de viajes titulado La vuelta al mundo en directo , explotarlo en un par de programas y tirarlo, como si tal cosa, a la basura, como se hace con los pañuelos usados y como algunas cadenas hacen también con los programas que no cumplen con las expectativas. De cualquier forma, ya tenemos un nuevo personaje televisivo. ¿Quién da más? Esta criatura mató a sus padres a balazos y ahora se presenta como si tal cosa a un concurso televisivo con la esperanza de que nadie lo reconozca ni le lance un mal reproche. Desde luego, como promoción del programa han dado en el blanco, pero puestos a conseguir morbo, lo suyo hubiera sido haberlo dejado concursar para ver si les hacía alguna sangría en sus directos. Claro que para sangría la que hace el presentador Óscar Martínez. Menudo plasta. Mucho me temo que la vuelta al mundo la van a tener que hacer en un par de semanas. Aunque si han sido capaces de elegir, sin saberlo, a este adolescente arrepentido, no quiero ni imaginarme qué tipo de personalidades se les habrán colado. ¿Tendrán alguna versión arrepentida de Jack el destripador para cuando vayan a Londres? ¿Algún anónimo caníbal tipo Hannibal Lecter que fagocite a su pareja en directo? Más que al mundo, lo que han conseguido es darle otra vuelta de tuerca al morbo.
Letizia Bruni
Hay gente que tiene muy claro que, salir en TV, es sinónimo de éxito. En estos tiempos de crisis, los casting se están convirtiendo en una oficina de ilusiones a la que se apunta gente que normalmente ni se plantearía hacerlo. Pero ejemplos como David Bisbal o Bustamente en lo musical o Aída Nizar y Kiko Hernández entre la nómina de frikis, hablan muy claro de que hay un hueco para los concursantes que decidan echar toda la carne en el asador. Gente que sabe que tiene que aprovechar su oportunidad. No estoy comparando a los primeros con los segundo. A los cantantes los mantienen con su dinero las empresas discográficas y a los segundos los mantienen los programas de telebasura. Ejemplo de que lo importante es hacerse conocido lo representa Amor, aquel concursante transexual que hiciera las delicias del publico morboso y provocara algún comentario grotesco de Mercedes Milá sobre el tamaño de su pene. Ahora ya operado, Amor oficia este fin de semana de presentadora en el Palacio Kursaal de Donostia en la segunda feria Expoerotikus. Imagínense: streaptease femeninos y masculinos, espectáculos fetichistas, escenas gay y mixtas, arriba y abajo. Al parecer una de las invitadas con más tirón es Letizia Bruni nombre que, según cuentan, muestra el esplendor de las dos primeras damas que se imaginan. Yo no voy a dar más información sobre el resto de sus nombres no vaya a sufrir secuestro o un ataque preventivo. Lo dejo a la imaginación del lector. Es posible que por ahí se pasen José Luis Moreno y compañía y, en poco tiempo, lo tengamos en primicia en pleno horario infantil. Hay expertos que apuestan por suprimir porque ya ni seducen a los niños. Dicen que con Carla Bruni a esas horas de la tarde sería muy fácil cautivar la atención de los padres y, sobre todo, de los abuelos.
De traslado
Mover los programas de hora cuando dan malos resultados de audiencia es lo primero que se les ocurre a los directivos de televisión. Cuando un programa no funciona en un horario, le buscan otro para ver si es cuestión del tipo de gente (target le dicen en el argot). Pero la realidad suele ser muy testaruda y cuando algo no funciona a una hora tampoco suele hacerlo a otras. Digo todo esto porque a los de Telecinco no les va muy bien y se están dedicando al traslado. Quieren empezar por colocar la máquina del café en la sobremesa. Éste sería un buen momento si no diera de pleno en el horario infantil. Detalle que a esta cadena se la trae floja, ya lo sé, pero que se agrava si adelanta, todavía más, el horripilante Escenas de matrimonio , serie que lleva el sello de José Luis Moreno, por si a estas alturas alguien todavía no se había dado cuenta. Casualmente Cámera café y Escenas de matrimonio tienen un tirón especial entre los niños. Digo yo que los atrapa su estilo claro que busca la risa fácil. En ambos casos tenemos en pleno horario infantil todo ese caudal de tópicos sexistas, además de lo malparados que salen en ambos espacios conceptos como el trabajo o la cultura. A los de Telecinco se les ha ido la olla definitivamente y no porque lo digan los de TVE, que ya les vale también a éstos con su moral de doble filo. Desde que eliminaron Aquí hay tomate no han encontrado la fórmula que les frene en su merecida caída hacia la nada. En la sobremesa hay pesos pesados que no tienen que recurrir a la baja estofa para mantener la audiencia. Amar en tiempos revueltos que atrapa al espectador y no lo suelta; o el espectro de opiniones encontradas de Pásalo . Dos ofertas diferentes y dos ejemplos de que, la programación televisiva, no tiene que ir por los mismos derroteros del cotilleo a cualquier precio en cualquier horario.
Al rico cabreo
Me gusta el criterio de la edición de El conquistador del fin del mundo. Se trata de que los capitanes de los Cóndores y los Pumas no se vayan de rositas. Los problemas les llueven y sus decisiones son airadamente protestadas. Para esta edición, más que un capitán apaciguador o ganador, lo que han buscado son concursantes conflictivos. Gente que protesta y que obliga al capitán a ponerse las pilas a todas horas. Un giro interesante que puede hacer que el concurso acabe antes de lo previsto. Vamos que, como siga así y los capitanes tengan que ejercer de bordes, el concurso no llega a la conquista del mítico faro. Y hablando de bordes, se ha vendido como tal la bronca de Wyoming a una becaria. Frases como «estoy hasta los huevos» y otras lindezas dirigidas a una compungida aprendiz de actriz. El juego de la doble verdad. Uno se lo cree o no, porque si lo piensa un poco, no hay razones para que el humorista y presentador cargue tintas sobre una trabajadora. Y todo es posible porque hay precedentes. Quién no recuerda los gritos de Pepe Navarro, de Javier Sardá o el famoso «Pero esto qué esssssss» con el que Matías Prats desveló públicamente la personalidad que esconde su voz engolada que roza el falsete. Afortunadamente a la gente no le da por echar broncas en directo, pero no porque no existan. Más bien porque los bordes profesionales se esperan al corte publicitario para hacerlo. Se ve que el cabreo está de moda como género. Produce un efecto contradictorio que alterna la pena por los efectos de la bronca en los inocentes y la risa por creer que la grabación ha sido tomada sin el conocimiento del abroncador. Un día de estos asistiremos a una bronca de verdad y verán: cambiaremos de canal pensado que ya les vale con las bromitas del cabreo en directo.
No te conoce ni dios
EL otro día vi el partido de la Copa del Rey. Resulta que los de Telecinco le habían echado morro y emitieron la señal sin permiso. No me extrañaría que al final acaben multando a los espectadores por haber sintonizado el Barcelona-Español antes que perseguir o impedir que las televisiones emitan, o no, los partidos. Está claro que esto de los derechos debería replantearse, porque es como ponerle puertas al campo. Por un lado están los intereses de los clubes, por otro el de las ligas, pero me pregunto que si el fútbol va a ser el espectáculo por excelencia del siglo XXI, espero que los espectadores tengan también su respaldo, porque hasta ahora lo que se vislumbra es que, el balón es una simple línea de negocio. Estratégicamente el fútbol parece un arma de doble filo más que un deporte. Por un lado se ha convertido en un tema de conversación recurrente, la que usan los vecinos para tapar los silencios prolongados del ascensor o para no aparecer como un marginal en las conversaciones del curro o en el bar. Puede que sea difícil de entender para alguien que ha crecido viendo los partidos cada semana por la patilla, pero eso de pagar por un partido en la tele tiene algo de inmoral. Y hablando de moralidad y nuevas tecnologías: el Papa Benedicto XVI ya está en Youtube, esa diabólica red de intercambio de imágenes en Internet. Y se le ve con tirón, ya que ha anotado la cifra de 740.000 entradas en las primeras jornadas. Claro que cuenta con la publicidad añadida de que la gente ha querido saber de primera mano qué es lo que su santidad piensa sobre sus colegas que niegan el Holocausto. Está claro que uno no es nadie si no controla las últimos avances en comunicación. Parece que hoy, si no estás en la red de redes, no te conoce ni dios.