Estrellas en tanga

No creo que, a estas alturas, alguien se pregunte si las presentadoras y presentadores de televisión son padres. Para algunos la maternidad les inhabilitaría como personas públicas. Eso le ha pasado a Ángela Bustillo, que le retiraron el título de Miss Cantabria cuando se enteraron de que era madre. Entonces uno no sabe qué pensar: si lo que les molesta es que tenga niños o que haya parido. Vamos, que no queda claro si llevan peor las tribulaciones de la dilatación y los puntos o por el engorro de ver a las madres acompañadas de criaturas. A la espera de la noche de los Oscar, fue al acabar el partido de fútbol entre Barcelona y Athletic de Bilbao donde vimos un plano secuencia en el que Ronaldinho efectuaba un conato de striptease. Fue una acción simpática por quitarle importancia a los ríos de tinta que sus michelines habían desatado. Pero ojo, jugadores de fútbol, porque os han calado. Hay quien ve en lo de intercambiarse las camisetas una muestra de exhibicionismo preocupante. Es muy posible que en el fondo, más que darle al balón, la fantasía anhelada de algunos jugadores sea la de pasearse desnudos por el campo de fútbol lleno hasta la bandera. Un desfile de 22 tíos en la pasarela de hierba y durante 90 minutos más la prolongación. El gesto del crack brasileño fue una broma, vale, pero indicaba que las nuevas figuras también saben jugar con la imagen. Se venden a todas horas y no tardaremos mucho en verlo como modelo de calzoncillos o algo así. Vemos que las estrellas del deporte lo son en función de cómo queden en la publicidad y en la televisión. Su papel tiene un componente de modelo y otro de actor, para los que también se necesita cierta maestría. ¡Cuidado, Ronaldinho! Antes de dejar las natillas porque engordan y mostrarte en tanga. Como se enteren de tu paternidad te sacan tarjeta roja como modelo y se acabó lo de desfilar.

http://www.youtube.com/watch?v=lTMQbhEZAOg

SOS Butanito


La no emisión de toda la entrevista del Loco de la Colina a José Mª García viene a reafirmar la teoría mantenida en esta columna de que el mundo mediático en este país es pobre y está en manos de gentuza. Nadie se explica a qué viene ahora que estos de TVE corten una entrevista que se caracterizaba sobre todo por los insultos que profería a diestro, es decir, al PP y esos aprendices de dictadores que gobernaron durante dos legislaturas y que intentaron con el dinero de las privatizaciones de Telefónica construir un fortín mediático que les hiciera mantenerse en el poder durante décadas. Tampoco se entiende la publicidad gratuita que se le ha dado a este personaje. La campaña es de tal magnitud que todo parece un producto publicitario destinado a que la gente se lo descargue por Internet. Algo así como el que esta misma semana consiguieron los diseñadores de Dolce e Gabbana, que si alguien no los conocía ahora, con lo de la prohibición del divertimento publicitario, esos cráneos privilegiados de la moda van a vender sus carísimos productos como rosquillas. José Mª García siempre ha alardeado de periodista cuando su mayor virtud ha sido la de posicionarse empresarialmente y utilizar el insulto y los silencios como añadidos indispensables para sus noticias. Periodismo de favor y confidencias de los amigos poderosos y poco más. El gran comunicador representa una farsa mediática. Embaucador capaz de vender su enfermedad con tal de conseguir el afecto del público, es al periodismo lo que Aznar a las armas de destrucción masiva de Irak. Periodismo capaz de torcer la mentira hasta convertirla en una verdad presentable. Mafiosos que viven opíparamente del fútbol y la publicidad. Periodismo en estado permanente de comillas. Lo cojas por donde lo cojas, el tema huele a podrido.

Masoquismo en tv

No vi Hormigas blancas, el programa más anunciado de la tv, en el que iban a destripar el pasado de Isabel Pantoja. Espero además que fuera el mayor fracaso de la temporada. Seguramente no lo será, porque Telecinco lleva muchas horas autopromocionándolo y eso al final cuaja. Pero salta a la vista que nada de la información que proponen es nueva. Ha sido publicada en más de una ocasión. Este nuevo género consistente en revisar los viejos números de las revistas del corazón supone un insulto a la inteligencia del espectador. Lógicamente espero que los insultados no colaboren y les den el corte de mangas que se merece un producto de segunda mano vendido como si fuera un espacio informativo. Pero es fácil que, con la tarea que llevan haciendo en televisión, lo que nos guste es que nos insulten y nos den leña. Es posible que después de tantos años con la telebasura seamos espectadores masoquistas cuyo mayor placer sea el de que nos azoten personajes como Mercedes Milá, que en una entrevista con el Gran Wyoming le decía aullando «que la tienes así de pequeña». En fin, que nos va la marcha, y que siempre hay presentadores sin ningún tipo de escrúpulos para sacarles partido a nuestros vicios televisivos. No hay más que ver, si no, el forzado documental Sadorexia, la dieta del dolor, que emitió el otro lunes Telecinco en su angelical y de buen rollo 12 meses, 12 causas. Según parece, la única causa que defendía este documental era la de estar hecho por la productora Cuarzo, perteneciente a, sorpresa, sorpresa: Ana Rosa Quintana. Ahora sabemos que tras la aparente preocupación social de Telecinco puede que no haya otra cosa que negocio y compensaciones monetarias injustificables. Acabadas las vísceras de la Pantoja, que tiemblen las ONG y los pobres de mundo, que estos tíos van a por ellos.

Modelo peligroso

SÁNCHEZ Dragó fue el único responsable de los informativos que se ha negado a ofrecer la información de la Pasarela Cibeles. Un espectáculo con demasiados lados oscuros en cuanto a manipulación de la imagen de la mujer sobre todo, que pasa con toda normalidad los controles y aparece sin mayores cortapisas a la hora del telediario. Nadie sabe a ciencia cierta cuáles son las noticias que traen los desfiles tipo Cibeles fuera de si en la moda primavera se llevará el blanco o las faldas plisadas; el resto es puro espectáculo, como podría ser el ballet o el teatro. Para colmo, los grandes creadores, no conformes con crear estereotipos de mujeres de metro ochenta y cinturas de avispa, se pasan todos los controles por el arco del triunfo. Ha ocurrido así con el último anuncio de Dolce&Gabbana que muestra la sumisión absoluta de una mujer ante el abuso de una cuadrilla de tíos. Más que tíos, esculturas de gimnasio grabados todos y cada uno de los músculos que se pueda uno imaginar. La acosada es otro prototipo de la extrema delgadez, piernas interminables acabadas, cómo no, en zapatos de tacón, se resiste muy fotográficamente, pero acaba aceptando la violación o lo que venga. Demasiado para que lo vean los niños a eso de las tres de la tarde. Desde el Instituto de la Mujer piden a Dolce&Gabbana que retire un anuncio por usar, según sus palabras, «una imagen de violencia machista». Si no fuera porque no me creo una palabra de lo que dice Sánchez Dragó, aplaudiría su decisión de suprimir las pasarelas de las noticias. Pero resulta que hace poco le vi una entrevista en la que aseguraba que no le gustaba este país precisamente porque no soportaba trasnochar. Ahora trasnocha y de lo lindo, lo mismo que Estibaliz Ruiz de Azúa que, además del Teleberri , los miércoles nos hace políticamente incorrectos además de muy, pero que muy trasnochadores.

http://www.youtube.com/watch?v=ctUbb8jjlI8

Meter las tijeras

TOMEN nota porque Aída se lo hace con un cura. Ojo hablo de Aída la serie de Telecinco no del personaje del Verdi ni del pendón desorejado que pulula por los programas vendiendo exclusivas de sus propios hurtos en las tiendas. Hablo de Aída el personaje mitosis que se creó para Siete vidas y luego, como algunas células, tomó vida propia y ahora triunfa todas las semanas. El último domingo lo vieron más de cinco millones y medio de televidentes, o sea tío, el 30% de share . Aída para el que no lo sepa es un personaje diferente. Se trataba de una mujer separada, ex alcohólica, madre soltera sin estudios, sin mayor ambición que ser feliz y que sus hijos los sean. Todo muy inofensivo hasta que esta semana le han buscado un novio cura. Un cura muy especial la verdad, como aquellos que salen en la serie Cuéntame ofreciendo las iglesias para que se encerraran en ellas los trabajadores. Un cura libertario, proletario o lo que sea, que se enrolla con Aída y acaban acostándose. Ésa era al menos la idea pero luego dicen que ha venido tío Paco Vasille y todo el grupo mediático detrás con la rebaja. Al capítulo de este domingo, al parecer, le van a hacer tantos cambios que no lo va a conocer ni el guionista que lo parió. De nuevo la frase «con la Iglesia hemos topado». Como si en veinte siglos de historia a sus representantes no se les conociera hembra o varón. Con la de cosas que hay que cambiar en el mundo es una pena que utilicen su poder para modificar el capítulo de una serie de entretenimiento en una cadena privada. Algunos dicen que la decisión de dar el cambiazo es de la propia cadena. De nuevo la autocensura como la manera más perniciosa de censura. Hace mucho que no seguía Aída pero, mira por dónde, este domingo voy a verla. Más que nada para saber si los cortes los han hecho a tijera, bisturí, guillotina o, directamente, han metido la motosierra.

Más de lo peor

QUE La casa de tu vida no funcione y le vayan cambiando de día y hora, buscándole un hueco donde mantenerse hasta que se aclare su futuro, es una de las mejores noticias televisivas que nos ha proporcionado la semana. No es de recibo que mientras mandamos con esfuerzo a los chicos al colegio pidiéndoles ahínco en sacar adelante el bachiller y todo eso, se dé coba a retrasados cuya única meta sea la de sobrevivir mansamente al abrigo de los focos de un plató de televisión. Otra de las noticias agradables es que, por fin, a Teresa Viejo le cierran el chiringuito donde ponía pornografía morbosa en lugar de sexo y manipulación con cámara oculta en lugar de periodismo de investigación. Durante dos años, lo que empezó como un digno trabajo de investigación se había convertido en una pantomima del trabajo periodístico. La periodicidad y seguramente los resultados de audiencia permitieron camuflar ambos conceptos. El morbo fue poco a poco sustituyendo a la información. Los reportajes periodísticos se fueron haciendo según un guión establecido como si fueran series de televisión o teorías a las que había que poner unas imágenes de la realidad. La delincuencia, la imagen corporal y el sexo fueron los temas recurrentes. Era como aquellos periódicos deportivos que, viniera o no a cuento, ponían un chica desnuda en la última página, o como aquellas revistas macabras que habían de elegir la fotografía más sangrante para ilustrar la noticia de un accidente automovilístico. En 7 días, 7 noches los temas sexuales aparecían con tanta frecuencia que todos los que nos hemos asomado a ese programa hemos tenido la sensación de que el mundo es ese lugar inhóspito, poblado por perturbados sexuales, pederastas, aficionados a la pornografía infantil y exhibicionistas, etc. Pero ojo, ya hay quien dice que lo que viene es mucho peor.

Pásalo al psicólogo


Después de ver sucesos como los ocurridos en Alcorcón todo lo que sea programas como S.O.S. adolescentes estrenado el pasado viernes por Cuatro deberían de ser mano de santo. El problema es que los viernes a esas horas la gran mayoría de los adolescentes está a su bola y no precisamente delante de la televisión. El programa entonces y mayormente es para los padres que viven secuestrados en el miserable pánico de no poder controlar a sus retoños. Pero ya volveremos más adelante para darle un repaso a la labor de Ana Isabel Saz-Martín, la Supernany psicóloga que han puesto al frente de este proyecto. De psicólogo es el empanamiento permanente de Yo soy Bea . Después de medio año sigue cosechando éxitos de audiencia con el inexplicable argumento de: secretaria fea se gusta de jefe guapo. Las leyes del melodrama y los caminos del Señor son inescrutables. En cada capítulo nada avanza, nada retrocede y nada se transforma. Como vivir en un mundo que girase de acuerdo con las normas de la audiencia. Aquí no van a mover ficha hasta que los espectadores empiecen a darse de baja. Sugiero que, el propio bien de la serie incluido, durante una temporada la gente apague la televisión, y si su adicción no se lo permite, que salgan de excursión con el mando a esos territorios apacibles de los documentales de La 2 donde se puede ver a los grandes depredadores del Serengeti clavando sus incisivos en el cuello de las gacelas. Pero puestos a dejar a Bea para que le muevan ficha, sugiero que vean Pásalo en la ETB 1. El único informativo vespertino de la televisión que sigue con su apuesta de afrontar la actualidad con la opinión del más variado equipo de opinadores. Después de una temporada, nos dará igual el aspecto de Bea y puede que hasta nos quitemos de psicólogos y desaparezca el pánico que la gente parece tener a la adolescencia.

Hay vida tras la TV


Dice Jorge Javier el de Aquí hay tomate que le cuesta morderse la lengua. Pues permítanme que añada el chiste fácil. No se muerde la lengua porque corre el peligro de envenenarse. Es tal la incontinencia de este hombre que maravilla y ofende en cada una de sus frases. Esa mezcla entre sinceridad y humor desconcierta. El espectador nunca sabe si está hablando en serio, en broma o todo lo contrario. Da igual. Para contrarrestar su influencia letal me gustaría enviar un pequeño mensaje en botella. En él pediría que demos otra oportunidad a la oferta documental. Los martes, Documentos televisión, y los domingos, Mundo Hoy en ETB2 con la presentación de Mirentxu Purroy, por poner dos de los pocos ejemplos de televisiones públicas. Ofrecen un acercamiento a los problemas mundiales que están a la altura moral que se presupone debería tener el hombre moderno. Nos hace falta que nos inculquen en nuestra vena televisiva un poco de curiosidad por lo que ocurre en el planeta. Y quizás por eso hoy no admito excusas: hay que ver Al filo de lo imposible. La expedición completa hoy el sexto y último capítulo de su aventura en la Antártida vivida por Ramón Larramendi, Juan Manuel Viu e Ignacio Oficialdegui en la travesía que les llevó a cruzar la Antártida oriental, a bordo de un trineo arrastrado, y aquí llega lo sorprendente, por cometas. Por fin llegan hasta el Vostok, un barco ruso que será el encargado de devolverlos a la caliente realidad después de realizar un viaje de 4.500 kilómetros en 63 días. Una hermosa historia de superación, trabajo en equipo y todas esas cosas buenas que hoy en día no se estilan en la sociedad y que nadie reclama a la hora de hacer televisión. Rompamos moldes y acabemos de una manera romántica esta atroz semana televisiva en la que el montón de basura ha alcanzado metas ciertamente insospechadas.

Couso y Érika Ortiz

Da miedo lo que se podrá llegar a oír en tv sobre la muerte de Érika Ortiz, la hermana menor de Letizia, la Princesa de Asturias. La noticia cayó como una lotería en algunas redacciones de tv, que vieron rápido la posibilidad de una exclusiva entorno a la Familia Real. Tal y como se van sucediendo los rumores, se nota en el ambiente los deseos de que el suceso se salga de una muerte normal. Se implora por que encierre secretos inconfesables. Últimamente sobrevivían abriendo latas putrefactas, como la que presentó Teresa Viejo sobre el fallecido pederasta y duque de Feria, en su programa de cotilleo revestido de investigación llamado 7 días 7 noches . Pero el tiempo lo dirá.
Sí ha sido una sorpresa agradable ver que familia, amigos y compañeros del cámara José Couso, asesinado a sangre fría por militares americanos, siguen adelante en el camino incierto de los tribunales, amparándose en el derecho internacional que les asiste. No están solos en esa pelea, a los miles de apoyos recibidos se une el recuerdo imperecedero de las mismas imágenes que el mismo Couso grabara cuando estaban a punto de matarlo y después de haberlo matado. La sangre fría de los que dispararon desde aquel tanque no puede salirse con la suya. Justo ayer se conocieron las imágenes de otro acto similar, pero esta vez perpetrado desde un avión que disparaba fuego amigo sobre un vehículo sospechoso que resultó ser un compañero inglés. Vemos a diario que la vida en este planeta no vale nada y este mensaje habría que cambiarlo. Que se haga justicia con Couso será la mejor noticia que puedan darnos porque, tal y como va transcurriendo el conflicto y viendo las ganas de seguir enviando tropas que tiene el Gobierno Bush, los telediarios tienen asegurada la tragedia para la próxima década. Vamos, igual que los carroñeros con la muerte de Érika Ortiz.

http://www.youtube.com/watch?v=vo3TcTIJEY4

Corazón a la siesta

El mundo pasa y los presentadores de informativos son cambiados después de envejecer delante de nuestras narices salvo, claro está, Ana Blanco y Matías Prats, para quienes la aparición diaria en la tele es una cuestión de supervivencia. Ambos comparten una especie de pacto con el diablo, o algo parecido, por el que apenas han envejecido en los últimos 15 años. Cuando uno los ve, es como si nada hubiera cambiado, como si se confirmara a diario que la vida eterna existe aunque sea para ellos dos. No ocurre lo mismo con los presentadores de los programas del cotilleo, porque han cambiado tantas veces, que uno ha perdido la cuenta de sí son nuevos o, como Matías Prats, llevan diez lustros. Lo que sí se puede afirmar es que estos programas, informativamente, no aportan mucho. Aunque dejes de verlos durante una temporada, luego enlazas con ellos y compruebas que, en unos minutos, te pones al corriente de todo lo que se ha estado hablando durante un trimestre. Entonces: ¿de qué sirve todo ese despilfarro horario de tertulias hasta las mil, primicias que no lo son y marujeos de peluquería? Para muy poco. La información que aportan al mes los de Aquí hay tomate, por poner un ejemplo, se podría resumir en un minuto y todavía habría tiempo para dar consejos médicos para proteger nuestro corazón y una receta de paella. Lo que ocurre es que, de vez en cuando, es entretenido pasearse por ese programa y ver cómo Jorge Javier y Carmen Alcayde siguen adelante en su cruzada de despellejar vivo, o muerto, a cualquier famoso que tenga la suerte, o la desgracia, de ser citado en su programa. Gusta ese linchamiento público gracias al cual cerca del 50% de la audiencia que a esas horas dormita delante de la televisión, tarde tras tarde, los convierte en los elegidos para echar la siesta.

http://www.youtube.com/watch?v=wdJls1msROg