Captar el público

El domingo Antena 3 comenzó el curso con la reposición de extractos de capítulos antiguos de Doctor Mateo . Una copia sui generis de la añorada Doctor en Alaska . Y no lo digo en mal plan. QueDoctor en Alaska fue una gozada mientras duró (y fueron varias temporadas más las reposiciones) pero jamás tuvo el respaldo de la audiencia camuflada en la 2 de TVE y repuesta a altas horas de la madrugada. Gusta que Doctor Mateo parta como producto estrella porque indica ambición. Puede que el hecho de intentar atrapar todos los públicos, le haga perder en precisión, pero su variedad temática puede que alcance más registros. Esto que parece chapa técnica, en realidad responde a la pregunta que todos los que escribimos para el público nos hacemos: ¿a quién le estoy contando esta milonga? A uno, a un millar, a un millón. Y sirve, sobre todo, para no cometer el error de hablarse para uno mismo. El afán por controlar la pirámide de edad más amplia obliga a proposiciones que se podrían entender en cine, pero que resultan grotescas en televisión. Me refiero al planteamiento que la misma cadena hace con la futura 90-60-90 . Una serie cuya publicidad aviva el morbo insinuando la relación de un tipo de cuarenta y tantos con una cría de 16. Supongo que la campaña se basa en atrapar todo ese abanico que va de una a otra edad, más el que venga por arriba, es decir, los maduros y por abajo: los niños y adolescentes que, ya se sabe, son los dueños del mando en muchos hogares. Todas estas estrategias acaban fracasando de puro zafias. Tanto como la promoción del programa de Ana Rosa en Telecinco avisando que con Jiménez Losantos iban a fichar a Rosa Mª Calaf: aquella reportera que paseó sus mechas y su buen hacer periodístidístico por medio mundo. Una crack de TVE que prejubilaron de manera absurda y precipitada.

Zarautz: marea viva

Es buena costumbre, en estas fechas de verano, hacer escapadas que te alejen de la mala costumbre de pasar tus días de fiesta encerrado en casa frente al televisor. Además, si uno toma el coche para descansar los huesos en la playa de Zarautz, puede ser testigo en vivo y en directo deKarlos Arguiñano en su cocina . Una manera de ver la tele, vale, pero también una forma de entender el milagro diario que este hombre consigue entre sus pucheros. Ayer sin ir más lejos hablaba con pasión de cómo las mareas vivas le llegaban hasta el cuello, mientras trajinaba los condimentos para hacer, ahí es nada, un flan de panceta y verduras. Vamos, de flan aquello no tenía más que el baño maría. El caso es que explicaba que mientras se producen las mareas vivas en septiembre o febrero no pueden trabajar, porque las olas anegan el cenador donde realizan sus programas. «Si hiciéramos el programa entonces seríamos unos campeones», bromea Karlos. Pero yo creo que ya sólo le falta eso; pero que todo llegará. A este hombre, capaz de atrapar al espectador con esa naturalidad, lo de cocinar en mitad del tsunami con uno de esos chalecos salvavidas sería un reto asumible. Como los Simpson y House, Arguiñano posee esa pócima secreta para caerle bien a casi todo el mundo, independientemente de lo que diga o cómo lo diga. El flan de panceta fue la excusa de ayer; pero estoy convencido de que haría un programa entretenido aunque sólo nos explicara cómo hacer dieta y comernos una simple manzana. Mejor lo dejamos así. El verano toca a su fin y la operación bikini la dejaremos para el año que viene. Allá por febrero, cuando vuelvan las mareas vivas y regresemos a Zarautz para ver a Karlos en traje de neopreno en mitad de la tormenta, poniéndole el toque de perejil a una reineta recién pelada y tocando sin electrocutarse la guitarra eléctrica. Uncrack .

Lapidar un sueño

Las señales de humo que se ven desde los satélites que apuntan a Grecia son la única novedad de un verano donde las predicciones del tiempo no sirven para nada. Pasamos de las tormentas de granizo en lugares donde nadie se atreve a predecir y las trombas de agua inesperadas que arrasan poblaciones a la sequía más feroz. A Europa vista desde arriba se la nota reseca. Como un polvorín en peligro de incendiarse de arriba abajo. Tanta predicción en todas las cadenas, total para apuntar las temperaturas máximas y mínimas. Y para mínima la presencia de las mujeres en la programación futbolística que presenta TVE. Sólo Pepa Bueno y María Escario entre una veintena de colaboradores y opinadores. Éstos van a hacer cierto aquel eslogan de un brandi que decía el fútbol es cosa de hombres. Un fenómeno que no sólo es exclusivo de esta cadena. Comienza a ser muy difícil encontrarse con mujeres comentaristas de fútbol. El tema no es que ya que el fútbol femenino no interese, sino que tampoco cuajen los comentarios que ellas pudieran hacer. Y para comentarios injustos los recibidos por Natalia Rodríguez, a la que le birlaron la medalla de oro. Si hasta ahora las medallas no eran una cuestión subjetiva, desde Berlín pueden comenzar a serlo. Los abucheos a Natalia tras su victoria fueron lo más parecido a un lapidamiento público. A partir de ahora los atletas, como ocurre precisamente con los futbolistas, tienen licencia para actuar, tirarse a la piscina y mandar que repitan la salida. Una de las imágenes televisivas de este verano es precisamente la de las lágrimas de esta deportista. Ahí quedan imágenes como la conocida mano de Dios , con la que Maradona pasó a la historia por meterle un gol a Inglaterra en el Mundial de México. Estos juegos pasarán a la historia por las marcas de Bolt y por el injusto abucheo de un público idiota a una atleta que quiso ganar.

La tesis del espía

Siempre me pareció poco prudente el sistema SMS. Ahora nos lo confirman los servicios de seguridad de Azerbaiyán, que investigan a sus ciudadanos que en el festival de Eurovisión votaron por el okupa armenio. Malos tiempos para la libertad. En Kabul el gobierno pide a los medios que no informen sobre la violencia para evitar que la gente se retraiga y deje de votar. Qué contradicción. Pero nada nuevo en un mundo donde a diario agentes y gobiernos manejan la información privilegiada y ponen trabas para quienes tienen la obligación de hacerla pública. Ayer se supo que un espía inglés estuvo trabajando en tiempos de la guerra fría para la URSS. Lo curiosos es que estuvo camuflado en la televisión pública BBC. La televisión y el espionaje dan para alguna de esas sesudas tesis doctorales que tanto gustan en la universidad. Hasta la llegada de Internet la televisión ha sido el medio más influyente y, por lo tanto, el que más intentos oscuros de control tiene por parte del poder. Ahora que los estrategas del PP sacan la teoría del espionaje a alguno de sus miembros, pero sin atreverse a decir a cuál de ellos, llega también la noticia de la muerte de Robert Novak. Que fue un periodista muy, pero que muy conservador, que estuvo varias décadas en la CNN americana y que tras recibir presiones filtró el nombre de una espía de la CIA que había sido su confidente y puso en entredicho alguna de las bases del periodismo. Y ya que estamos de necrológicas recojo aquí una merecida: la de Don Hewitt, que fue el creador para la CBS del programa de información 60 minutes . Compuesto de cortos documentales basados en reportajes de investigación y que utilizaban, hace ya 40 años, cámara oculta. Un programa que salvo la copia larga y aburrida del ego de Mercedes Milá, aquí nadie ha adaptado en todas sus posibilidades.

Adiós, Bea, adiós

A diferencia de los tiestos y las plantas domésticas, dicen que lo mejor que tiene la tele en vacaciones es que no necesita riegos. Uno se puede largar todo el mes de casa a la playa, o donde sea, vuelve y se la encuentra sin que se marchite. Este fin de semana pasado el silencio veraniego que acompaña a la tele fue roto con la despedida de Yo soy Bea . Una serie que la copiaron de Colombia y que pasará a la historia por superar los 700 capítulos sin aportar nada, lo que se dice nada, nuevo al primero. Ahora que con el verano se había evaporado buena parte de su audiencia han decidido darle carpetazo. En honor a la verdad la serie logró resultados espectaculares en colaboración con Aquí hay tomate . Sin embargo Bea continuó cuando cargaron el programa presentado por Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde. Ellos siguieron un año más y su declive y cierre ha coincidido con el renacer de programas como Sálvame y Sálvame Deluxe en los que Jorge Javier destapa toda la pestilencia y todas las risas que hace un tiempo llevaron le supusieron el cierre de Aquí hay tomate . Hay teorías que hablan de que fue precisamente la incompatibilidad entre los presentadores lo que dinamitó el tomate y no la cantinela de que lo retiraban porque los contenidos no eran los adecuados para la franja horaria en la que se emitían. Que alguien pensó que con aquellos dos mimbres en vez de un sólo programa tendría para dos diferentes y luego los podría reunir en algún especial de fin de semana. Lo cierto es que hasta Sálvame las experiencias de Telecinco han sido un fracaso. Hasta que Jorge Javier se ha encontrado donde poder afilar su lengua y su descabellado sentido del humor con el que atrapa al espectador. E incluso está desbancando la posición de liderazgo de los buitres de DEC. Ésos que los viernes planean en círculo alrededor de la víctima hasta devorarla.

El juez del zoom

Esto era uno de un pueblo de Guadalajara que va a un programa de televisión a echarle en cara a su hijo que le había engañado. Que en vez de estudiar para ingeniero pues se había gastado la pasta en licenciarse para actor. Bueno, ya ven, es un chiste penoso pero son este tipo de incidentes los que recoge De buena ley , en Telecinco. Un entretenimiento a la hora del aperitivo que tiene la osadía de colocar la ley a la altura del espectáculo, que es donde la suelen situar algunos jueces profesionales. Hay una imitadora de juez con toga que representa su trabajo con la misma dignidad de Garzón, Marlaska y compañía. Lo cierto es que este programita sin mayores pretensiones que las de presentar una discusión amena tiene la ventaja de que nadie acaba incomunicado, ni va a la cárcel, ni se le detiene por desacato. La tele tiene eso de bueno, que es puro entretenimiento incluso cuando se tratan los temas más serios. Si este programa lo hubieran programado a otra hora más ambiciosa seguramente los críticos lo hubieramos pasado a cuchillo. Pero no. Cuidaremos las propuestas de debate en estos tiempos de individualismo, donde los chicos no discuten por no quitar el ojo del teclado o de la play.

Puestos a ser condescendientes, hablaremos también de lo grande que fue Valerio Lazarov. Todo lo que ayer escuché sobre su figura y su trascendencia en la historia de la televisión responde de manera proporcional a las carencias que este medio presenta. Su proverbial creatividad se debe al manejo del zoom. Un utensilio que se incorporó en la década de los setenta a las cámaras, que acercaba y alejaba las figuras. Su biografía coincide en el lado cicatero de la evolución de la televisión moderna. ¿Cómo olvidarlo? Hizo durar un siglo Hostal Royal Manzanares . Hay traumas que uno no supera nunca.

Perder el resuello

La TDT impide que se vea EiTB muchos días. Vale que los sigo cuando estoy en Vitoria, Guipúzcoa o Vizcaya, pero no hay ni rastro de esta señal en Navarra, salvo en las localidades que mugan con ellas. Lo que hace que me pierda muchos días el nuevo Jai giro con el que se pasean por las fiestas de Euskalherria. Bueno, o su actual equivalente en la ETB que no queda muy claro cuál es. Hay una especie de duda; una contradicción que impide qué sé yo: hablar de Osasuna pero sí de los pelotaris navarros. Una carencia que corre el riesgo de crecer y convertirse en fantasma. Por un lado está la información que se da y, por otro, la que se oculta cuando hasta hace un año se hubiera dado con normalidad. También lo noto en Pásalo, que hasta hace poco la temática navarra era habitual y ahora parecen pasar de largo como si hablaran de Jerez. La bipolaridad, ya ven, que acaba llegando al periodismo y, de aquí, a opiniones como ésta. Pero en esto de la opinión se puede afinar o patinar como ha hecho la revista FHM con Sara Carbonero: aquella que comenzó presentando los deportes de La Sexta y que tenía una frase cuando Patxi Alonso perdía el resuello. La han elegido como la presentadora más sexy del mundo. Dicho así no se sabe si es un cumplido o uno de esos títulos, asquerosamente machistas, para vender ejemplares. A Sara la fichó Telecinco y la puso en los campos de fútbol para conseguir las primicias que sueltan los futbolistas al final de los partidos, justos de aire y con claras carencias de oxígeno en el cerebro: «el fútbol es así» y otras perlas que ustedes tantas veces habrán escuchado. Puede que se ponga de moda forrar los vestuarios con calendarios de las periodistas macizas como en aquellos garajes de los tiempos de Cuentáme . La historia es cíclica y si vuelven los calendarios calientes en TV, ¿por qué no vamos a recuperar para todos la señal de la ETB?

Amén al cine

¡Oremos! El papa Benedicto XVI prepara un superventas de villancicos para Navidad. El titulo de la joya es Alma Mater. Incluirá cantos religiosos, música clásica, salmos y rezos. No se preocupen sino lo encuentran todavía porque, al parecer, saldrá a la venta a finales de noviembre de este año, justo antes de Navidades. Benedicto XVI no sólo se ha limitado a echarle el agua bendita al proyecto, si no que actúa de figura destacada: leyendo textos en varios idiomas buscando, supongo, que el disco tenga una expansión universal. No sabemos cuál será la respuesta del público. Es toda una incógnita que la figura del Papa despierte satisfacción y tirón en la pulsión compradora de los consumidores. Claro que para noticia espectacular esta semana es la reaparición del ex presidente de EEUU, Bill Clinton. La dura negociación con Corea del Norte tenía como misión liberar dos reporteras que habían sido condenadas a 12 años de trabajos forzosos. Consiguió el indulto del líder coreano Kim Jong Il. Clinton, que ahora es el segundo de la segunda de Obama, dicen que le convenció a pesar de las malas relaciones entre ambas naciones. Kim Jong Il las indultaba: final feliz. Buen argumento para un filme de aventuras. Ese mismo cine que tanto éxito cosecha cada semana en el programa de Félix Linares en ETB 2. La película de la semana era El día de mañana , con Dennis Quaid como actor más destacado. Con esta película, y en plena sequía del mes de agosto, consiguió un interesante resultado al superar el 22% de audiencia. Mientras en el resto de cadenas el cine sigue siendo la gran herramienta de improvisación, en el caso de ETB, la apuesta por el cine responde más a la confianza que al parche. Quizás por eso el público siga siendo fiel y lo siga incluso en lo más duro de este tórrido verano.

Espías de amarillo


La imagen grabada ayer en la Comunidad de Madrid pasará a la historia. Más que nada por su patético momento televisivo de la investidura de Esperanza Aguirre con el maillot amarillo que Contador le regalara. Sobre todo porque rechinaba por todos los costados que se vistiera de amarillo que en el mundo artístico significa mala suerte, precisamente el día en que imputan a sus espías. Qué miedo dan estos políticos cuando se enferman de poder y recelan de todo el mundo. No es casualidad que sea Telemadrid la cadena cuyo control político ha causado el mayor número de conflictos laborales y de conciencia. Si hay gobernantes con ánimo de espiar a sus ciudadanos habrá que ponerse mascarilla para que no se note su presencia si controlan también la televisión. El control y la censura son lacras contra las que todas la televisiones del mundo deberían estar regularmente vacunadas. Porque si no se corre el riesgo de que cadenas con toda la historia de la televisión a sus espaldas cometan atrocidades como lo ha hecho la Fox. Esta cadena americana ha rechazado un capítulo de la serie de dibujos animados Padre de familia , porque hablaba del aborto. Pero volviendo a la celebración de ayer en Pinto la verdad se veía exagerada. Cualquier proclamación de forofismo por muy importante que sea no queda bien en la tele. Para empezar porque el cristal ya le imprime frialdad al espectáculo y luego porque es posible que unos celebren algo que el resto no ha conseguido con lo que es toda una incógnita el número de espectadores agraviados. El verdadero espectáculo estuvo en la carretera. La hazaña de Contador enfrentándose al malvado Armstrong es lo mejor desde los tiempos de Ocaña y el gigante belga Eddy Merckx. El deporte es apuesta y llega al espectador, la celebración está hecha con el material de la complacencia. Aburre soberanamente.

El viejo y el Tour


Por fin el Tour de Francia dio una etapa de las de antes. El corredor del Astana Alberto Contador ganó el domingo la etapa del y ya es el nuevo líder de la ronda francesa. En el caso de Contador lo de líder es por partida doble. Primero porque ha tenido que sacarle casi dos minutos a Armstrong, para hacerse con el título de jefe de filas. Lo que está siendo todo un acierto es la compra por parte de ETB1 de los derechos a TVE. Sin ir más lejos la victoria en esta primera etapa alpina supuso un 18.4% en la dos pero a esto hay que sumar casi el 9% en ETB1, con lo que consiguen entre ambas un 21% del share a base txirrindularis . No hay que explicar el tirón especial que el ciclismo consigue siempre por estas tierras y esto tiene también su correspondiente traducción en la audiencia. La etapa, desde luego, quedará en la historia porque mostró el plano en el que el siete veces campeón del Tour no pudo hacer otra cosa que intentar que el ciclista madrileño no le dejara en ridículo. Y es que más que una etapa la del domingo fue una película con mensaje. Y para mensaje al abuelo Armstrong, el que nos llega de su país: que indica que la población mundial mayor de 65 años superará, en 2040, a la menor de cinco años. Será la primera vez en la historia que esto suceda. Unos pensarán que no nos llegará la pensión y otros que la sanidad pública correrá peligro. Lo cierto es que, este dato, puede que cambie también las maneras de hacer la televisión y los públicos objetivos. Por aquí nos vamos preparando con tiempo. O eso parece si analizamos el rotundo éxito que, tarde tras tarde, cosecha Amar en tiempos revueltos . Una serie que hace furor entre los jubilados, pero que cuaja también en públicos más jóvenes. Para cuando llegue el 2040, puede que haya pensiones pero la televisión para ancianos la tenemos ya asegurada.