FLEXO Y ARMARIO

Cuando lanzo una botella contra el cubo siempre miro el cubo,
y ya sé que no tengo que mirar el cubo, pero lo hago,

no lo puedo evitar.

Quiero un cristal en el ojo, un diminuto cristal en el ojo,
quiero tener la libertad de desear lo que
me apetezca y no lo que se supone

que tengo que desear.

Esta misiva no es mía, es de tito Fíodor,
una misiva que impregna mi cerebro
desde que la entendí a golpe

de flexo y armario.

UNA FALDA DE TENTAZIONI

Dando
patadas a los árboles,
mirando los contenedores de vidrio,
haciendo ruidos de pájaro,

somos de película.

Ese agujero espacio temporal
que algún obrero equivocado taladró,
la política moderna, decir feliz año hasta verano,
esa gente que sabe saludar así,

por encima.

Todo lo ha diseñado un diseñador, poemas
de blancos para blancos, como todos
los días me tienta, una falda

de Tentazioni.