MÚSICA Y ROBOTS

Todavía camino
con globazo de pepa rosa.

En mi cabeza un montón de cajas de cartón
llenas de herramientas que no sé
para que sirven, que no sé
para qué son.

Cerca, muy cerca de mi oreja,
el zumbido de una mosca me parece una voz lejana.
En la televisión se celebran los veinte años de Operación Triunfo.

Pero a mí me da igual.
A mí sólo me importa la música y los robots.
Mato a la mosca y luego escribo.
Así soy yo.

Mujeres
de mediana edad
con chaquetas guerreras con
parches invertidos Flip de lentejuelas de colores
me miran de reojo, supongo que hoy tampoco me he peinado.

Supongo
que no me aceptan porque
cuando intento hacer fuego, hago sólo humo.

Pero a mí me da igual.
A mí sólo me importa la música y los robots.
Mato a la mosca y luego escribo.
Así soy yo.

CINÉFILA, BUENA E INTELIGENTE

Hoy
te he llevado
por primera vez del brazo.

Y ha sido raro,
porque hasta ese momento
habías sido tú
la que me llevaba del brazo.

Y lo más raro es que lo harás siempre.

Cuando yo sea un cuerpo viejo,
tú serás un cuerpo joven.

Siempre me llevarás del brazo,
si necesito ayuda,
si me canso.

Siempre me ayudarás.

No te preocupes mamá, te dejaré descansar.
Siempre sabes de lo que hablo.
Eres tan cinéfila, buena
e inteligente…

LO SIENTO GATITO

Sólo te vi un día.

Te acercabas y me arañabas la rodilla.
Parecía como si quisieras ser adoptado por mí,
o quizás, sólo querías comida.
Algo de comida te cayó, eso te salió bien.
Lo que no te salió bien fue lo de ser adoptado por mí.

En seguida me metí en casa y
seguí bebiendo y fumando
con mis fantasmas,
olvidándome
totalmente
de ti.

No estoy hecho para cuidar de nadie.
Sólo puedo cuidar de mí, y a veces lo hago mal.

Lo siento gatito.

Hoy por la mañana te he llamado
y ya te habías ido a no
sé dónde.

Espero
que te vaya bien
y que por lo menos aprendas
a cuidar de ti, ya que puede que nunca
nadie que no seas tú,
cuide de ti.

Esto es
así.

BUENA LITERATURA

Ahora
que me alejo de mis padres
y crece mi sensación
de no saber si los voy a volver a ver

(siempre me pasa cuando salgo de su casa),

voy a hablar de su fe,
mi fe.

Lo bueno de su fe:

Me ayuda
a entender quexiste algo que trasciende
lo puramente material.

Vuestra fe.
Mi fe.

Se trata de algo inmaterial.
Como la buena literatura si se lee bien.

Creo en vuestro amor.
Creo en el amor.

Os quiero tanto a los dos.
Os agradezco tanto a los dos.
Gracias por hacerme creer en algo.

(En vosotros).

LA ECUACIÓN (EN EL TREN)

Delante de mi confortable asiento está ella.
Estudiante de medicina de diez
y nueve años.

Nerviosa,
delgada, infantil,
pero con una serenidad inusitada en su mirar.
Pienso que quizás será ella, dentro de unos pocos años,
la que me atenderá en el hospital, cuando yo esté
jodido por alguna enfermedad,
aún por determinar.

A su lado una chica guapa, zafia y alejada de toda
imaginada participación futura en mi vida,
se hurga la boca con el dedo índice,
tratando de zafarse de un trozo
de Dorito pegado en su
preciosa muela
blanca.

A mi derecha, un niño gordo juega
a cartas con su hermana,
grita y senfada.

Y pienso
que la vida (mi vida)
se desliza dentro de una cabina de aluminio
a trescientos kilómetros
por hora.

Y pienso en la ecuación.