DESDE HACE MIL AÑOS

La gente
camina entre los focos,
una luz parpadea lejos de casa,
sombras de siluetas iluminan la carretera.

No es la trama de todos los días,
no conozco los nombres, su aspecto me resulta

extraño.

Tampoco es para tanto,
creo que todo se puede transformar,
no hay nada como mirar a un punto fijo.

Mentira, la nada no funciona, la lluvia
se cuela en mis bolsillos desde

hace mil años.

SEVILLE LOUNGE

Sólo soy un plato de espagueti con tomate y queso
encima de un radiador, cerca de una ventana,
observando una bonita mañana

de primavera.

Por qué pasear contigo si puedo hacerlo solo,
he montado mi cama, he alimentado con
mis restos a tres perros hambrientos,
sólo soy un plato de espagueti

con tomate y queso.

Recuerdo una terraza del Seville Lounge, tú te sentabas
a mi lado, nos tocábamos las piernas y las manos,
mis dedos jugaban con tus medias

de rejilla blancas.

Observábamos lo mismo, los dos sentados
en el mismo lado de la mesa,
mirando el mismo letrero,

SEVILLE LOUNGE

tú eras un plato de brócoli.

SIGUES VIVO

No es precipitado preguntar
si existe un hueco bajo la columna
que soporta tu ventana, tiene sentido
si eliges los helados por su color, no por su sabor.

Te juzgo cuando eliges una cesta que no tiene
guante de plástico en el fondo, ni bolsas,
ni trozos de lechuga, ni tallos de

puerro.

Sigues vivo, te pregunto y me contestas
con otra pregunta, cómo odio que
me hagas eso de contestar

con otra pregunta.

No me valen esas respuestas, no me queda
claro si tu helado verde sabe a naftalina,
sigues vivo, te pregunto y me
contestas con otra

pregunta,

cómo odio que me hagas eso
de contestar con otra
pregunta,

pero a ti no te odio.

NO SIRVE PARA NADA EN EL SUELO

Te lo cuento por
teléfono, cerca de un túnel,
tengo miedo, siento que todos

gritan mi nombre.

Me oculto, te describo un babero en el suelo,
un babero que ya no recoge

babas.

No sirve para nada en el suelo, te lo cuento por
teléfono, alguien grita mi nombre a lo lejos,
alguien plancha la oreja sobre un banco

de piedra, cerca de unos juncos.

Necesito esa voz que me reconforta, necesito
que desaparezca, entro en el túnel

y se corta la llamada.