SERÁS TÚ TODO EL RATO

Puedes dormir con un pez.
Puedes comprar sartenes nuevas.
Pero si ya las tienes para qué quieres sartienes
nuevas.

Puedes tener una chica.
Puedes tener una chica ecuatoriana
que te limpie la casa una vez por semana.

Puedes, si quieres puedes.
Puedes, pero siempre serás tú.

Serás tú cuando vayamos a verte a Monserrat.
Serás tú cuando nos veas desde lejos caminando despacio.

Serás tú todo el rato.

Nos recibirás con tus brazos largos abiertos y tu gorro de papa blanco.
Nos recibirás con ropa nueva,
bien almidonado.

Y es que amigo,
no puedes cargar con
toda la locura del mundo tú solo.

Puedes dormir con un pez.
Puedes comprar sartenes nuevas.
Pero si ya las tienes para qué las quieres.

EXPECTATIVAS

Es peligroso pensar
que todo el rato todo va a ir bien,
porque no todo puede ir bien todo el rato.

En algún momento algo se desmorona.
En algún momento tu castillo de naipes se derrumba
contigo debajo.

Si aceptas este hecho,
si aceptas que algo malo te ocurrirá
cuando menos te lo esperes y por el resto de tu vida,
entonces ya tienes algo resuelto.

Y resuelto espera a que ocurra como tú lo esperas,
o no esperes nada, o espéralo
todo.

EL JOROBADO DE NOTRE DAME DOS

Tengo
un cepillo
de dientes ponferradino.
Utilizo en gentilicio ponferradino
porque lo compré en una farmacia de Ponferrada.

Ahora vive en Barcelona como yo, se ha instalado en mi baño.

Es como empezar de nuevo en otro planeta.

  • Me ha dicho mi amigo el cepillo.

Compré su amistad…
¡Sí! ¡Qué pasa!

¿Es un delito comprar un cepillo?
¿Es mi cepillo un reflejo inconsciente, un vago recuerdo de lo que fue?

¡Soy un pájaro negro piando en un árbol negro!

  • Me ha dicho gritando.

Vive en mi baño, utiliza mi sanitario.

El otro día vimos juntos en mi salón
El jorobado de Notre Dame
dos.

LAS CLAVES DE NADA

Supongo
que la vida no
es eso que se supone
que debe
ser.

Supongo que cada uno vive su vida.
El cine, la literatura, me han dado claves.
Pero lo questoy viviendo yo es lo questoy viviendo yo.

Lo que vives tú creo que no lo entiendo.

Puedo ponerme en tu lugar pero nunca lo podré entender.

O sí.
O no.
No lo sé.

Supongo que la vida es eso que se supone que debe ser.

Vámonos.
Ven conmigo.

Hablemos
del tiempo pero
no me pidas que te
de las claves de
nada.

Te quiero.
Te ayudo.

Dame la mano.

Pero no me pidas que te
de las claves de
nada.