SIGUES VIVO

No es precipitado preguntar
si existe un hueco bajo la columna
que soporta tu ventana, tiene sentido
si eliges los helados por su color, no por su sabor.

Te juzgo cuando eliges una cesta que no tiene
guante de plástico en el fondo, ni bolsas,
ni trozos de lechuga, ni tallos de

puerro.

Sigues vivo, te pregunto y me contestas
con otra pregunta, cómo odio que
me hagas eso de contestar

con otra pregunta.

No me valen esas respuestas, no me queda
claro si tu helado verde sabe a naftalina,
sigues vivo, te pregunto y me
contestas con otra

pregunta,

cómo odio que me hagas eso
de contestar con otra
pregunta,

pero a ti no te odio.

NO SIRVE PARA NADA EN EL SUELO

Te lo cuento por
teléfono, cerca de un túnel,
tengo miedo, siento que todos

gritan mi nombre.

Me oculto, te describo un babero en el suelo,
un babero que ya no recoge

babas.

No sirve para nada en el suelo, te lo cuento por
teléfono, alguien grita mi nombre a lo lejos,
alguien plancha la oreja sobre un banco

de piedra, cerca de unos juncos.

Necesito esa voz que me reconforta, necesito
que desaparezca, entro en el túnel

y se corta la llamada.

UNA GAVIOTA

Una persona cremosa
es una persona de cuarto de baño,
una persona de factura

reposada.

Una persona cremosa piensa como la haría
una persona cremosa, le dejan bastante
loco tus llamadas y opina que la vida

es una trampa maravillosa.

A veces se siente como un cangrejo,
a veces come lodo, a veces un
pato loco, a veces una

gaviota.

LAS DOS DE AMARILLO

Yo vivo,
yo acumulo polvo en los hombros,
si salgo a la calle, me rozan los coches,
si soy una señora, soy esa señora que todo lo compra

en Punto Roma.

Mi oculista dice que tengo los ojos muy bonitos,
que parecen marrones, pero que al microscopio son

de muchos colores.

Miro la vida y veo una madre y su hija,
las dos de amarillo.

PECERA MUERTA

El cuento romántico sigue de moda,
es la tela de araña que atrapa tu
reflejo, es un clavo ardiendo,
son tus ojos de

cordero.

Luego están los caramelos,
no caducan envueltos
en papel arrugado,
(sencillamente)

saben raro.

Cuando te aferras a lo indecible
es bueno tener cerca

un caramelo,

y es bueno tener un final para tu cuento,
lejos de casa, tu pecera muerta

flota en la espera.

PROHIBIDO FIJAR CARTELES

Sería una carga,
sería una lata enlatada
ser poeta y apellidarse Machado,
y tener que pensar todo el rato

en sonetos.

Sería una carga,
sería una lata enlatada
ser poeta y apellidarse Panero,
y tener que pensar todo el rato en
ese agujero llamado

Nevermore.

Prefiero ser poeta
y apellidarme Maraví,
ser Maraví no es una carga,
ser Maraví no es una lata enlatada

para nada.

Pienso lo que me da la gana,
pienso he cocinado pasta vegana,
pienso he fijado un cartel en mi poema

que reza

PROHIBIDO FIJAR CARTELES

Y me quedo tan ancho.