Se levantaba e iba al despacho.
Se levantaba e iba al despacho.
Se levantaba e iba al despacho.
¡Dejadle! ¡Que ha comido vino! – Decían los otros.
Pero a él no le importaba nada lo que dijeran los demás.
Se levantaba e iba al despacho.
Se levantaba e iba al despacho.
Se levantaba e iba al despacho de vino.