PLATO DE TIBURONES

Los radiadores calientan en verano,
las cabezas flotan falsas,
una ristra de palabras

destroza el silencio.

Adorno se preguntó si era posible
la poesía después de

Auschwitz.

No sé cuándo vivo,
no sé cómo vivo,
no sé qué vivo,

sólo sé que si quieres te invito a un plato
de tiburones con tomate

y queso.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

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