Los radiadores calientan en verano,
las cabezas flotan falsas,
una ristra de palabras
destroza el silencio.
Adorno se preguntó si era posible
la poesía después de
Auschwitz.
No sé cuándo vivo,
no sé cómo vivo,
no sé qué vivo,
sólo sé que si quieres te invito a un plato
de tiburones con tomate
y queso.