GAFAS DE SOL INTACTAS

Como el sol
del atardecer baña mi poema,
como ese mismo sol baña y carga
de romanticismo el paisaje,

se agita el trigo en los bordes.

Se agita el que no ha sido recogido,
el marginado pero feliz por su

condición de marginado.

Mientras tanto tú me vigilas desde
tu ventana, pegados tus dedos en el cristal antiguo y fino,
rozando tus cabellos los visillos blancos,

finos,
antiguos,
como todos tus vestidos.

Y el sol me da de cara y se refleja en mis gafas de sol baratas,
y salgo del cruce y un coche me arrolla,

y mis gafas de sol intactas.

CERCA DE UNA VENTANA

Si hago un
cálculo muy sencillo
y no nos vemos desde la última vez
que nos vimos, si muero de repente y resulta
que ya nos conocimos antes,

qué se supone que debo pensar.

Si abro la nevera descalzo y la nevera refresca
mis pies de pato, si cojo un tomate y no
respira la carne,

qué se supone que debo temer.

No son preguntas retóricas, quiero saber
las respuestas, es una misiva que os
lanzo desde un lugar apartado
y luego quemo

cerca de una ventana.

SESTRELLA LA YEMA

Cómo se
agitan las ramas
de los árboles en esa rotonda
y en mi casa sestrella

la yema.

Te dijeron el orden,
pan rallado, huevo y pan rallado,
te dijeron el orden pero tú no hiciste

ni puto caso.

Te
queda bastante
bien la felicidad cuando gritas

y bajas la persiana
y no quieres ver

a nadie,

cuando te observas en la superficie brillante
que asoma en agosto, en agosto
celebramos una fiesta y me
lo cuentas, te peinas y

empujas un carro,

yo mientras
tanto intentaré no
pasarme con el orégano

en los espagueti.

ELEANOR

Conozco
una familia que nunca
se deja ver por los centros

comerciales.

Es una familia encerrada
en su propia casa. Bruno, el más
pequeño de todos, tiene unas zapatillas

Heelys del treinta y uno que ya no le valen.

Luego está Damián, él nunca rellena los hielos,
dice que rellenar los hielos con agua del grifo no

sirve de nada.

Un poco más a la izquierda, la de mirada tan seria es Claudia.
Claudia es muy coqueta y le gusta mucho escupir

en el plato de su madre.

¡Ay! El bueno de Cosme. Cosme nunca se queja. Cosme se puede
pegar horas enteras esperando el sonido de un reloj digital
y por las noches le gusta mucho escuchar el sonido

de la nevera.

Y la madre Clara, y el padre Benicio, que nunca salen
de la despensa, todo el día puliendo un tipo de
forma imperial, todo el día puliendo
una forma de acero a la que
todos llaman

Eleanor.

¿QUE SE QUÉ?

El otro día
me dijo la muerte
que la sombra delimita el hielo,
el otro día me dijo en un control rutinario

¿de dónde viene caballero?

Y eso me pasa por tener que rezar,
y eso me pasa por quemar

la foto de mi madre.

Luego me dijo que todo envejece,
que todos somos una enorme
bolsa de basura perfumada.

¿Quiénes? Pregunté yo.
Todos, me contestó.

El mundo gira sobre su propio eje,
antes o después la gente
se muere.

– ¿Que se qué?
– Que se muere de repente.

Pues chica, qué parca eres, si yo
me muero de repente se lo
pienso decir a todo

el mundo.

CERCA DE GUTIÉRREZ

Algo
se prepara,
algo se cocina en la calle

Mercaderes.

Un cura se toca, un cura se soba
el alzacuellos y se compra de paso un salchichón,
y piensa en el cuerpo del hombre, y siente
su pecho más negro quel sobaco de

un grillo con brillo.

Una mujer tan alta que avanza y me alcanza,
y enroscado en sus largas piernas depiladas
me ahogo, y me despido del mundo con

un grito de socorro.

Algunos niños pijos aparcan sus bicis
de madera y se toman algo en una

terraza de moda.

Y yo digo ponlo en boca de otro,
no lo digas tú, y yo digo muerto
me sobra pudor en la calle
Mercaderes, cerca de

Gutiérrez.

NO TENGO BIZUM

Soy un
gilipollas que no te
soporta y me alegro mucho de no

tener amigos.

Mi forma de pensar está entre Madrid y Marbella
y que tú estés bien hace que yo,
sinceramente, me sienta

como el culo.

Yo que soy más navarro que un bocata
de magras con tomate, memorizo
si me da la gana la ley de

gravitación universal.

Nunca te acuerdas que me dijiste
hazme un comentario y que
yo te dije no tengo

Bizum.

EL SUEÑO

De resaca
en una playa con resaca,
rodeado de intolerantes que no toleran
la intolerancia, me bebo un chupito de orujo

antes del baño.

Guiado por el sueño me levanto y camino
hacia la orilla, y pienso que a veces
las cosas no son lo que parecen,

pareceré tonto
pero no lo soy tanto,

pareceréis tontos
pero no lo sois tanto,

los guapos procurarán que los feos
sigan existiendo, cuando en tu
vida te guía el sueño,

te reconforta.