El día
se torna oscuro,
todo parece perdido, enciendo
de nuevo el flexo.
El día toca su fin y da paso
a la noche,
pero de pronto un extraño,
un inesperado sol se asoma entre las
nubes, iluminando mi ventana y bañando de luz
las paredes de mi cuarto, provocando
que yo, apague de nuevo
el flexo.