EL FLEXO

El día
se torna oscuro,
todo parece perdido, enciendo

de nuevo el flexo.

El día toca su fin y da paso
a la noche,

pero de pronto un extraño,
un inesperado sol se asoma entre las
nubes, iluminando mi ventana y bañando de luz
las paredes de mi cuarto, provocando
que yo, apague de nuevo

el flexo.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

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