EL EXTRAÑO CASO DE LOS NIÑOS A LOS QUE SUS PADRES LLEVARON A LA OPERA PARA QUE DE MAYORES FUERAN MÁS LISTOS Y DE CAMINO SE CAYERON POR LAS ALCANTARILLAS

Aparecieron en la superficie, ya creciditos.
Sus brazos eran tentáculos y sus piernas
una larga y plateada
cola
de panga.

No hablaban.

Babeaban.
Balbuceaban.
Bebían de los charcos.

Se alimentaban de basura orgánica y de barro.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

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