Y así empieza mi primer día en el pueblo.
Rodeado de lagartijas.
Esos pequeños dragones que por una razón biológica
necesitan transmitir el calor del cemento
a su fino y escamado corazón.
Y así empieza mi primer día en el pueblo.
Rodeado de una plaga de mariposas
devoradoras de boj.
Son bonitas pero
son plaga.
Y en mi pueblo hay un gallo cabrón
que canta por las mañanas,
pero a mí no me
molesta.