Existen decenas
de miles de poetas en Francia,
pero mi súper, pero el súper de mi barrio
un viernes a las nueve y media de la noche,
sin lactosa, sin gluten,
es raro.
Un gitano con una caja de cereales
entre las manos corre por los pasillos gastados,
maravilloso desfile, una mujer de color
salmón se queja todo el rato,
y yo castaña.