Largo invierno,
cuando te acercas,
cuando sonríes no te vemos los dientes,
quizás porque nunca sonríes,
quizás porque tu aliento
está helado.
Vemos tu barrio mojado, las hojas de tus árboles
transformadas en asfalto, y en lo que dura
un semáforo en rojo, el otoño
que nos brindas.
En tu mundo sólo vives tú
y por eso largo invierno,
te amamos.