Se conocieron en la parroquia San Alberto,
a partir de entonces todo fue
descojono y folleteo.
¿Qué son para ti el amor y dos horas?
Sexo con máscara de ardilla,
qué maravilla.
¡No te la quites!
Se conocieron en la parroquia San Alberto,
a partir de entonces todo fue
descojono y folleteo.
¿Qué son para ti el amor y dos horas?
Sexo con máscara de ardilla,
qué maravilla.
¡No te la quites!
No lo puedes
ocultar no, no lo puedes evitar sí.
Observas a la gente desde tu mesita
en Zucitola.
Reconócelo, tienen todos cara de dinosaurio,
tú también te has dado cuenta,
reconócelo.
Espero que cuando te dejen sola
no se te vaya de las manos
el tema limpieza y sigas
observando a la gente
desde tu mesita
en Zucitola,
te mereces desconectar.
Rodeamos tu puto castillo al atardecer,
rodeamos el puto lago que lindaba
con tu puto castillo
al atardecer.
Querías enseñarme la puta ciudad que
te vio puto crecer pero se hacía
puto de noche todo el
puto rato.
Antes de despedirnos te pregunté
si querías puto bailar conmigo
pero me dijiste
que puto pasabas,
que los putos campos
empezaban a puto
desaparecer
en el puto horizonte
y que te puto
marchabas.
A veces los fines de semana
soy un padre muy serio, mi hijo juega en
el C.D. Pamplona, en los partidos
me peleo con otros padres,
en los partidos pierdo
los papeles.
A veces los fines de semana
soy ciclista y viajo con mi bici a todas partes,
me gusta llevar el maillot bien apretado,
espera que me llaman por teléfono,
espera que me lo saque del culo,
mi equipación no tiene
bolsillos.
he adelantado
un pelotón de hijos de puta
en bici
luego he visto
desde mi coche
un viejo y una vieja
de vuelta de todo
él con un bastón en la mano
ella con un par de sillas plegables colgando
del brazo
he visto el paisaje
bañado de una maravillosa
luz de atardecer
y de nuevo a lo lejos
un pelotón de hijos de puta
en bici
Les parecía entretenido
andar, eran una nube que
siempre nevaba.
Sin embargo no se conocían lo suficiente
como para saber que no les gustaban tanto
los calcetines de colores.
Nunca bailaron juntos en una discoteca,
me temo que nunca
lo hicieron.
Eso sí, probaron juntos los Nuggets
de pollo del Makro y creo que un
día se regalaron ambos un
triturador de basura
orgánica.
Llovió en la montaña,
los pájaros desaparecieron,
las vacas se colaron dentro del bosque
y un cervatillo asustado cruzó la carretera y derrapó
en el asfalto.
Nos dieron de comer barro, talaron los árboles
y dejaron colarse a las vacas
dentro del bosque
(puesto que no había bosque)
Los pájaros no regresaron, se rompió
una pata el cervatillo asustado y
el agua dejó de ser agua
para siempre.
Todas las pensiones,
todos los hogares de todas
las ciudades del mundo saben menos
de lo que pasa en el mundo que Carmelo
el vagabundo.
Un bote de champú, una esponja negra,
una botella de agua vacía, un bolígrafo azul
y un montón de cáscaras de pipas mojadas encima
de un bloque de cemento es lo más revelador que ha visto
en todo el día.