REFLEJADO EN TU RETROVISOR

Siempre te ocurre lo mismo
a setenta kilómetros

a la hora.

Un pájaro vuela delante de tu coche,
un pájaro juega, un pájaro

se divierte.

Un árbol de color amarillo
te observa desde lo alto
de una colina.

Te detienes cada cien metros en el arcén
y te pruebas cada cien metros
cinco gafas de sol

diferentes.

Y es que no te ves tan guapo reflejado
en tu retrovisor, ni con gafas

ni sin ellas.

CUANDO TE PONES NERVIOSO

Pones la cabeza debajo de la misma gotera
que no es una ducha pero que

moja igual.

Plantas un limonero en la misma maceta
y lo plantas de nuevo a la vista

de todos.

Derramas un táper de comida en sus pantalones
como en aquella fiesta del vecino francesa.

¿No lo recuerdas?

¿Cuando levantaste la tapa y la comida salió disparada
y aterrizó en su entrepierna?

Luego quisiste poner la cabeza debajo de la misma gotera
que no es una ducha pero que moja igual y plantaste
un limonero en la misma maceta, y lo plantaste
de nuevo a la vista

de todos.

No me digas que no te acuerdas de nada
porque sigues haciendo lo mismo

cuando te pones nervioso.

CUATROCIENTOS CINCO MIL RAYOS

Dejar los huesos de cordero para los perros
en los márgenes de las fincas de recreo
es algo que ya no se hace,

se ha perdido esa costumbre de dejar
los huesos de cordero para los
perros en los márgenes de

las fincas de recreo.

Una campana de iglesia que suena
como una tubería de acero
que baja rodando y te
quiere aplastar no

es tan peligrosa.

Todo eso lo piensas
caminando quince kilómetros
con tu bicicleta pinchada entre las manos.

Todo eso lo piensas, bueno,
todo eso y que la semana pasada
cayeron cuatrocientos cinco mil rayos

en la península ibérica.

¿TE GUSTA EL SENDERISMO?

Por la noche se deslizan los cerebros blancos,
las narices malas flotan entre
las macetas y nadie

huele las flores.

Venimos de la rana, dice un ciego.
Venimos de la nada, dice un borracho.

En el baño se pudre un charco de letras y
tres patrullas de policía esperan

en la puerta.

¿Te gusta el senderismo?
¿Te gusta el flamenco?

Volviendo para casa los cuervos
nos dan la bienvenida

entre los tilos.