Llevaba toda la vida buscando a su media naranja
pero nunca la encontraba
A pesar de todo él
nunca desesperaba
Un día salió de casa con sus mejores galas
y entonces por fin la vio a lo lejos
Estaba en su misma línea recta
y ésta le observaba
directamente a la cara
Se acercó muy poco a poco
y en seguida se dio cuenta
de que su media naranja
también le observaba
Cuando ya casi estaba
delante de sus narices
comprobó afinando la vista
que lucía su mismo corte de pelo
y que vestía con su mismo buen gusto
¡Seguro que somos
almas gemelas! – pensó emocionado
Las piernas le temblaban
y le sudaba la frente
Sin embargo
su mente y su alma reventaron de golpe
cuando casi se tropieza con su propio reflejo
en el cristal de un portal
…