UN MIÉRCOLES DE MIERDER

Un miércoles de mierder
La gente sale
La gente hace recados
Y un viejo sentado en un banco
Se hunde en sus zapatos
Y dentro de los coches
Circulando
Gente afeitada
Gente que raspa

Huele a sofá viejo
Huele a sofá cerrado en la calle

Y a lo lejos ardiendo
Una puerta onírica
Y a lo lejos un niño pequeño
Empujando un globo
A ella le tiembla la mano
Sentada en un banco
Y dos currelas pegando un cartel
Que pone CONTIGO
Y en el suelo el palo quemado
De un cohete

¡PUTO ASCO DE VIDA!

¿Podéis churrar y pasarla bien?
Sablistas, chupadores de botes…
¿Qué tal os va pisando a los demás?

¡Puto asco de vida!

Lo digo mucho últimamente
y nunca he amado más
la vida.

¡Puto asco de vida!
Tengo ganas de cantar.

Llevo tu camisa Marcelino.
No es de seda ni de lino.
Llevo tu camisa Marcelino.
Y con ella me siento divino.

¡Ay Marcelino!
¡Qué bonito eres!
¡Ay Marcelino!

Cómo te imagino
Luciendo tu camisa
Montado en tu Vespino.

UNA MARIPOSA

Esta mañana
he visto desde lejos
marcas de sábanas en tu cara.

Caminas como dormida,
como en una nube.

Luego he visto en el suelo
una flor que nadie pisa
porque nadie la
observa.

Y mis vecinos con chándal…
¡Ay mis vecinos con chándal!
¡Reconocedlo!
Con chándal os tocáis
más el pito.

Y luego…
¡Qué miedo!

Casi me atropella lo efímero,
una mariposa.

Y en el suelo una flor que nadie
pisa porque nadie
la observa.

CLARO QUE NO

¿Estás cansado?
No, estoy pensando.

¿En qué piensas?

Los nuevos adolescentes…
Ya no piensan en piscinas, ni en bosques,
ni en descampados, ni en edificios abandonados…
Ni siquiera piensan en hogueras.

¿Y en qué crees tú que piensan?

Piensan en gimnasios, y en ropa de marca,
y en depilarse hasta el alma,
y en las herencias de sus abuelos,
y en el patrimonio de sus mejores amigos.

¿Lo crees de verdad?
Claro que no.