MI VIDA TAMBIÉN ERA UNA MI E R D A

Mi
v i d a
me o b l i g a
a respetar l a s
deposiciones del p r ó j i m o.
No caigo bien a los c a l v o s
porque soy un p e l ó n
con c e r e b r o.
El tiempo me dará la r a z ó n
y todos querréis s e r
como y o.
Me niego a que mi estado
de ánimo dependa
del c l i m a.

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CARITAS SMILEYS EN CUADROS DE
ESCENAS Y RECUERDOS DE
ADOLESCENTE O NIÑO.
DETALLES PEQUEÑOS EN CUADROS GRANDES.

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Siempre que apareces m o l e s t a s.
Mi vida era mucho mejor
a n t e s.
Para que lo e n t i e n d a s.
Mi vida también era una m i e r d a.

EL PERRO, EL GALLO Y LA PALOMA

El perro, el gallo y la paloma.
Todos empeñados
en que
me despierte.

Pero no quiero despertarme así.

No quiero estar mal en un mundo implacable.
Un mundo que te machaca si estás
cansado y vulnerable.

No puede uno bajar la guardia…
Crecemos (todos) con el dolor ajeno.

Un pájaro hace su nido en un muro de cemento.

Así me siento, como en casa.
Todos los días, contra
ese muro.

El perro, el gallo y la paloma.
Todos empeñados
en
que me despierte.

Pero no quiero despertarme así.

FAURECIA

La poesía me gusta
porque la veo un poco extraña.

La poesía es como sacar la basura por la noche
en un barrio residencial, y ver un petirrojo muerto en el suelo,
y pensar:

Ese pájaro no volará jamás.
Lo mismo pasa con Faurecia.

Faurecia es una burra patilarga, fea como una flema.
Nadie quiere jugar con Faurecia.

Sentada en un banco parece
una jirafa montada
en bicicleta.

Pero lo que no sabe Faurecia
es que ella es poesía, y lo más bello
que ha existido en esta horrible faz llamada
planeta tierra.

MIS OJOS TONTOS

Me da
rabia tu felicidad.

No la soporto.

Me rasco los huevos y te miro,
y te juzgo con mis ojos
tontos.

¿Qué te pasa?

Tienes mala cara.
Cincuenta euros son ocho
mil trescientas diez y nueve pesetas.

¿A que no lo sabías?

Lo tendencioso está de moda.
Dar asco siempre fue y será tendencia.

Me rasco los huevos y te miro,
y te juzgo con mis ojos
tontos.

ZARPA DE CALAIS EL EGO

Los
gremios
no se aclaran.

Suenan bocinas de plata.
Zarpa de Calais El Ego.

Se oyen risas de ópera de fondo.
La zona de personal está llena de gente.
La zona de los sillones llena de gente corriente.
El capitán desnudo de cintura para abajo se siente raro.

¿Por qué da todo tanto asco?

Tú y yo de la mano
nos adentramos en un bosque
que vemos desde una ventana rota
del puerto.

Recuerda que nuestro amor sigue borracho.

Nos adentramos y nunca volvemos a
salir vivos pero sí enamorados
del bosque.

BIG NEW YORK CRISPY

Yo tenía un centro de yoga.
Yo tenía un culico
perfecto.

Mis glúteos eran dos
circunferencias
perfectas.

Me gustaba la cachimba
y lo mezclaba todo
con queso.

Un buen día, un cuervo que movía
la rama de un árbol con su peso
(plumas incluidas)
me dijo:

No puedo hablar, no tengo voz,
pero la verdad, no tengo
mucho que decir.

Y así quedó la cosa.
Y mi centro de yoga cerró.
Y mis glúteos se transformaron en una
Big New York Crispy.