Necesito
Una caja de cartón mojado
La marmita de una bruja
Miel de mil flores
Necesito
Un destornillador de madera
Mi cabeza en una bandeja
Una pista de tenis
Necesito
Tanto y tan poco que
A veces pienso que
No necesito
Nada
Necesito
Una caja de cartón mojado
La marmita de una bruja
Miel de mil flores
Necesito
Un destornillador de madera
Mi cabeza en una bandeja
Una pista de tenis
Necesito
Tanto y tan poco que
A veces pienso que
No necesito
Nada
Érase una vez un tipo extraño
Érase una vez un tipo
Que siempre daba
Sustos
Érase una vez el mundo
Que quiso darle un
Susto también
Pero como siempre gritaba
Cuando menos lo
Esperaban
Todos
El susto lo volvió
A dar él
Esta parada
Esta parada con el coche
Este poema me salvó la vida
O no hizo nada
O me mató
Esta parada
Esta parada con el coche
Este poema te salvó la vida
O no hizo nada
O te mató
Este poema
Cuando te
duermes conmigo en la cama
mentolada
y me
despierto
contigo en la
cama mentolada.
Cuando
me cuentas que la Barbie rosa
y el hombre del
catálogo.
Cuando te cuento que donde iban
las pilas de la Gameboy
en la Gamechild no
había nada.
Nos engañaron en los aplausos,
nos dijeron que nada era rojo,
que todo era verde
rojizo.
Más tarde nos dieron de comer
coco rallado y entonces fue
cuando alguien gritó
Pamplona.
Por lo demás todo
bastante bien.
Planearon
entre los dos
el robo de una pluma
de ganso común, planearon
entre los dos un robo
ligero.
Si te molesta
que otros utilicen
mucho el ascensor
cuando tú también utilizas
mucho el ascensor
que no te moleste tanto,
que no te moleste
tanto.
Por fin he
visitado las tres luces
rojas, las mismas que veo
desde mi ventana.
Por fin he
visitado las tres
luces rojas y ahora veo
mi ventana lejana.
Otros,
desconocidos entran en mi cuarto
y lo ven todo como lo dejé
cuando me fui por
última vez.
Y pienso en
mi cuarto sin poder
pisarlo nunca más porque
ya estoy muerto.
Love me tender
bragas.
Observo sentado
desde un banco de la calle
mi ventana
y me veo
sentado en mi cuarto
mirando la pantalla del ordenador
y escribiendo que
observo sentado
desde un banco de la calle
mi ventana
y me veo
agitando en el aire
cadenas de plata y bailando desnudo
entre animales de
granja.