¡YA TE MORIRÁS!

Le dijo un padre a su hijo:

Vamos al sol, ven.

Y su hijo fue,
y se llevó consigo una botella de agua,
y la lanzó al río.

El padre le regañó:

¿No ves que una botella de agua hundida en el río
parece un pato que parece una botella de
agua hundida en el río?

El hijo no entendía nada y cansado de recibir
lecciones apoyó su mano derecha en
la cristalera del tanatorio.

De nuevo el padre le regañó:

¡No dejes todos tus dedazos en la cristalera!
¡Ya te morirás!

UNA LLAMADA PERDIDA TUYA

Hola buenos días,
tengo una llamada perdida tuya 
y en la calle huele

a dentista.

Los coches arrastran las hojas,
casi todos lo hacen,
sobre todo

los más pesados.

Mientras hablo contigo miro
un extraño cartón en el
suelo que reza una

extraña consigna.

¡Hippies no!
¡Iruña no es un zoo!

Bueno, pues eso,
que tengo una llamada perdida tuya,
que pensaba que se trataba
de algo urgente,

por cierto,

¿Te ha devuelto Edurne los
mil quinientos euros?

CERCA DE UNA PLUMA DE PÁJARO

Era un pobre diablo,
había tenido mala suerte

en la ciudad.

Era muy grande y rosa, era el típico puto listo
que vadea los badenes con su puto Renault Laguna,
era el típico puto listo que cierra la puerta
con llave y luego necesita rebelarse

contra nada.

Encontré su coche volcado
con las cuatro ruedas girando y mirando

al cielo,

encontré su coche volcado cerca
de una carta de la baraja,
cerca de una pluma

de pájaro.

O SEA

Ya estoy en casa
Eee que nada eso que
Que a mí
Que si quieres venir a mi casa a dormir
Luego a cenar o lo que sea
A mí no me importa
O sea
Que que no me
Que no me importa dormir contigo
O sea
Que no me vas a molestar porque tosas
Eso no me importa
Por eso no te preocupes