Esa urraca, la misma que te cruzas todos los días.
Esa urraca, la misma que si te abandonas
devora el corazón.
Esa urraca, la misma que te cruzas todos los días.
Esa urraca, la misma que si te abandonas
devora el corazón.
Dice un cartel:
Gracias por no jugar en la fachada.
Y preguntan los niños:
¿Cómo se hace?
¿Cómo se juega en una fachada?
Las esferas de plástico enganchadas
en los cables de alta tensión
parecen balones de
baloncesto
suspendidos en el aire.
Nos gusta lavarnos las manos,
sobre todo desde que no sentimos
el dedo meñique.
Hay muchas cosas que no recordamos
de la calle Bergamín, la calle
de nuestra infancia.
Somos dos patos en una rotonda,
somos un coche lleno
de africanos.
Nuestro plato preferido es la lasaña
y por eso no nos gusta utilizar
el plural mayestático.
Camino a hurtadillas por tu jardín,
medio tumbado escucho
el cantar de los grillos.
Las nubes doblan sus ramas y un
manto de lluvia se aleja
por el horizonte.
Soy una camisa nueva sin planchar
que cuando llega tarde
parece un espejismo.
No tengo miedo hundido en el barro,
no tengo miedo porque nunca
lograremos volver a casa
robando flores.
No te hace falta sonreír
Para poderme decir
Que te gusta mi sombra
Y mi larga nariz.
No te hace falta sonreír
Sólo tienes que decir
Que no tengo que fingir.
No lo haré más.
A la gente decente de mi barrio
le gusta salir a pasear
por las noches,
pero eso no lo puedo cambiar.
Pienso brotar con piedras y palos,
pienso brotar con varas de acero y perseguir
a los coches.
Pienso pinchar todas la ruedas y quemar
todas las papeleras, pienso romperlo
todo, aceras, farolas
y escaparates.
A la gente decente de mi barrio
le gusta salir a pasear
por las noches,
pero eso no lo puedo cambiar.
Pienso brotar con una espada y un machete
y cortar todas las ramas de los árboles,
y segar toda la hierba de los parques,
y pisar con fuerza todos los
pasos de peatones.
Pienso comprar un rotulador permanente
y si me cruzo con alguien decente
le pienso dibujar
una picha en la frente.
Intenta ocultar tu rostro entre la gente.
Intenta ocultar tus manos y después
intenta pasar desapercibido.
Visita mi aljibe, ocúltate conmigo.
Visita mi aljibe, sólo hay espacio
para una persona tumbada.
Para dos si hacemos juntos
la cucharita.
Encuentro mi vida un papel doblado
en blanco dentro de un libro
en blanco.
Encuentro mi vida
un erizo aplastado en
la carretera.
Encuentro mi vida un ovni
que parece una nube que parece
un ovni.
Encuentro mi vida pero mi vida no encuentra nada.
Encuentro mi vida un vaso de vino tinto con
leche semidesnatada.
Me dice:
Los mejores días para escribir
son los días de lluvia.
Le contesto:
Yo no escribo cuando llueve,
dejo de hacerlo cuando
deja de llover.
Me dice:
Los mejores días para escribir
son los días de lluvia
o te rompo las
piernas.
No le contesto.
Conocemos la cumbre, conocemos la luna
que baña las piedras que descansan
en la cumbre.
Conocemos la forma de las cosas
que no recordamos haber
visto nunca.
Conocemos el sol que todo lo baña
pero no conocemos la escarcha
que provoca dolor
a pesar del
calor.