Tengo la marca de una funda rugosa en la cara
que no se puede borrar
Y en mis ojeras anidan un montón de pesadillas
que tampoco se pueden borrar
Tengo la marca de una funda rugosa en la cara
y una siesta eterna que no se deja despertar
grabada en la mirada
Y cuando el sol es mi reloj
bajo la persiana y me tumbo de nuevo en la cama
Y entonces abro bien los ojos
y reconozco tu silueta en el techo
Junto a los focos
Y te imagino a mi lado y me duermo soñando
que mi vida contigo
no ha terminado
ni terminará
jamás
…