Quiero
beberme un vaso de vino
pero no puedo porque la bodega Costa Brava
está llena de pedorros.
Pedorros
y más pedorros.
No como yo.
Que tengo cierta relevancia.
Que tengo líneas en la prensa oficial.
Me gustan mis defectos personales, no quiero cambiarlos.
Con el tiempo he aprendido a aceptarlos.
Tener
la reverb
del ampli siempre
a tope y activar el pedal
de reverb sólo en partes concretas.
Esa es mi máxima.
Borracho de vino
me lanzo de rodillas contra el suelo de una bodega de Pamplona
y luego como un niño pequeño me aferro
a las fuertes piernas de
mi madre.