Yo vivo,
yo acumulo polvo en los hombros,
si salgo a la calle, me rozan los coches,
si soy una señora, soy esa señora que todo lo compra
en Punto Roma.
Mi oculista dice que tengo los ojos muy bonitos,
que parecen marrones, pero que al microscopio son
de muchos colores.
Miro la vida y veo una madre y su hija,
las dos de amarillo.