Tenía
un vocabulario
muy cómodo, muy de
la calle.
Limpiaba como nadie, siempre bajo los
efectos de alguna droga, nunca he
visto a nadie limpiar
igual.
Lloraban sus flores y formaban profundos
regueros de nieve,
y horadaban sus actos,
y abrazaba las farolas,
y los charcos,
y el barro.