De niño quería comer el fuego.
Un día lo intenté y me quemé la boca.
De adulto sigo intentando comer el fuego.
No soy un perro listo que si se quema
el hocico abandona, desiste.
poemas de bolsillo
De niño quería comer el fuego.
Un día lo intenté y me quemé la boca.
De adulto sigo intentando comer el fuego.
No soy un perro listo que si se quema
el hocico abandona, desiste.
Soy de mi pueblo de toda la vida. Ver todas las entradas de Txema Maraví Artieda