A veces
me siento identificado
con el Pinocho de Carlo Collodi.
A veces me siento inmerso
en ese cuento moral
con final feliz.
Pero en mi cuento un pato nada
cerca de una valla hundida
en el río.
Pero en mi cuento intento secar una silla mojada
con un pañuelo de papel mojado,
y cuando por fin
lo consigo, me siento y contemplo
el mundo.