Una nota lavada
en el bolsillo del pantalón,
una nota que me recuerda la receta
de las patatas princesa y de las coles de
Bruselas.
Una nota lavada en la conciencia, una nota
que sigue dando vueltas y vueltas en mi lavadora.
Hoy se cruzan las notas entre la ropa, no sólo no
vivo allí, es que sólo cuido la huerta y me
marcho cuando todo ha salido a pedir
de Milhouse, vamos a cantar y
bailar, que la vida son dos
días primaaaaaa.