Una monja
de blanco sentada en un charco,
siempre me aborda la misma estampa,
y en la superficie de tu piscina un
insecto piragua.
poemas de bolsillo
Una monja
de blanco sentada en un charco,
siempre me aborda la misma estampa,
y en la superficie de tu piscina un
insecto piragua.
Soy de mi pueblo de toda la vida. Ver todas las entradas de Txema Maraví Artieda