Mirando
una cocina vacía,
mirando una nevera llena de telas de araña
me imagino un mundo sin gente,
me imagino un mundo sin
comida podrida.
Mirando
una escoba mojada,
mirando el cubo roto de una fregona rota
me imagino que friego el suelo del
mundo y el mundo entero
huele a lejía.
Cesa, cesa un ruido blanco, cesa pero
no existe nadie para decir
¡Qué descanso!