Siempre te ocurre lo mismo
a setenta kilómetros
a la hora.
Un pájaro vuela delante de tu coche,
un pájaro juega, un pájaro
se divierte.
Un árbol de color amarillo
te observa desde lo alto
de una colina.
Te detienes cada cien metros en el arcén
y te pruebas cada cien metros
cinco gafas de sol
diferentes.
Y es que no te ves tan guapo reflejado
en tu retrovisor, ni con gafas
ni sin ellas.