Champions perrea

lo del fútbol en televisión es una escuela constante de frustración. Hace poco el Getafe, después el Barcelona en el partido de semifinales que le enfrentaba contra el Manchester. Y a juzgar por las cifras que se manejan, la frustración llegó a cerca del 45% de los espectadores que en ese momento estaban viendo la televisión. Claro que con ese nivel de atención en torno a un partido, pensar en los hogares en los que se eligió otra opción resulta un ejercicio de ternura y de heroísmo. De pronto me gustaría saber cuánta gente de mis conocidos se decantaron esa noche por Goenkale o por del documental de La 2 Teruel, Tierra mudéjar . Más que nada para tenerlos en el futuro como referentes, testigos únicos de que existen otras cadenas detrás de un partido de la Champions. El tirón de Messi y compañía tuvo su lado bueno al solaparse sobre Dansin Chiki Chiki , esa broma malvada, que bien podría haber sido minuciosamente preparada por Buenafuente para reírse del mundo con esa risa exagerada que siempre ponen a los malvados en los dibujos animados. Claro que como no hay a estas alturas no hay quien pare el Chikichiki , pues los responsables del evento han decidido subirse al carro. Saben que su futuro pasa por perrear. Si Uribarri tiene que perrear para salir en Eurovisión pues, amigo, como el que más. Y claro aquí el espectáculo es ver a toda esa gente que se siente en la necesidad de ponerse a la altura de las circunstancias. El mérito de Chikilicuate y sus bailarinas, más que en sus papeles exagerados, consiste en obligar al resto del mundo a seguirle el rollo. Y ya lo creo que lo consigue. Puestos en la frustración del fútbol, si por los menos hubiera habido prórroga, aunque luego sucumbieran en los penaltis, pues algunos nos hubiéramos ahorrado caer en la tentación de ver a Santiago Segura con las bragas en la mano.

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