Soy sensible
a los supuestos buenos olores,
no los soporto.
Soy sensible a los supuestos buenos olores,
perfumes, inciensos y ambientadores.
Prefiero el buen olor de un pedo de una persona que quiero.
Por ejemplo, el buen olor de un pedo de mi madre,
o de mi hermano, o de mi amigo
Álvaro.