
¡Las tradiciones más recientes no se han celebrado toda la vida!
¡Tienen como mucho cien años!
Eso dijo un viejo que tenia por lo menos cuarenta y cinco años.
Se acariciaba el bigote y hablaba consigo mismo.
¡ESO NO SE LO CREE NI DIOS!
Dijo gritando.
Pero nadie lescuchaba.
Nadie lescuchaba.
Solo yo.
¡ESE VIEJO ERA YO!