Puedes dormir con un pez.
Puedes comprar sartienes nuevas.
Pero si ya las tienes para qué las quieres.
Puedes tener una chica.
Puedes tener una chica ecuatoriana
que te limpie la casa una vez por semana.
Puedes, si quieres puedes.
Puedes, pero siempre serás tú.
Serás tú cuando vayamos a verte a Monserrat.
Serás tú cuando nos veas desde lejos caminando despacio.
Serás tú todo el rato.
Nos recibirás con tus brazos largos abiertos y tu gorro de papa blanco.
Nos recibirás con ropa nueva,
bien almidonado.
Y es que amigo,
no puedes cargar con
toda la locura del mundo tú solo.
Puedes dormir con un pez.
Puedes comprar sartienes nuevas.
Pero si ya las tienes para qué las quieres.