Es peligroso pensar
que todo el rato todo va a ir bien,
porque no todo puede ir bien todo el rato.
En algún momento algo se desmorona.
En algún momento tu castillo de naipes se derrumba
contigo debajo.
Si aceptas este hecho,
si aceptas que algo malo te ocurrirá
cuando menos te lo esperes y por el resto de tu vida,
entonces ya tienes algo resuelto.
Y resuelto espera a que ocurra como tú lo esperas,
o no esperes nada, o espéralo
todo.