La única forma de conseguir algo de un banco
es concertar una cita en ventanilla
llevando encima una
pistolilla.
Date prisa, ya casi no existen sedes físicas.
Date con un canto en los dientes
y sobre todo compra
balas.
Pero ten cuidado.
Tu banquero de confianza
es un payaso experto en globoflexia.