Tus característicos quebraderos de cabeza
nunca desaparecerán del todo
por mucho que lo intentes
Un ejemplo precario
Una metáfora en breve
Supongamos que acabas de comer
una ración de calamares rebozados
en la barra de un bar
e intentas limpiarte los morros
con una de esas servilletas horribles
casi transparentes
que nunca limpian del todo
que lo único que hacen
es extender el aceite
por toda la cara
Pues eso
…