Érase una vez
un borracho de diario
que nunca fue aceptado
Siempre paseaba solo
y arrastrando los pies
dentro de su abrigo ajado
Los sábados eran el único día
que podía camuflarse
entre la gente
Los sábados eran días raros
porque todo el mundo iba borracho
y porque nadie le juzgaba
Él disfrutaba en esos días raros
a veces incluso hacía amigos en la barra
pero también los sábados eran días tristes
porque en el fondo sabía
que nadie le aceptaría borracho
el resto de la semana
Y colorín colorado
este cuento ha terminado
…