ERA UN HORRIBLE GUSANO

Mis aviones
de papel nunca volaban.
Un esqueleto me daba consejos, y había
que ver cómo aconsejaba.

Agarra ese palo.
Suelta ese
palo.

Una noche de verano
atrapé una luciérnaga y la metí
en un bote de
plástico.

Por el día estaba muerta y fea.
Por el día
era un horrible gusano.

Y es que, hombre con camisa de cuadros,
y manos, y brazos de goma colgando.

Era un horrible gusano.

Publicado por

Txema Maraví Artieda

Soy de mi pueblo de toda la vida.

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