Tumbado en la cama,
medio dormido,
con las manos apretadas,
hechas un puño,
debajo de la almohada.
A veces me preocupa
un
poco
qué decir,
el qué dirán,
cómo reaccionar.
Luego me relaja pensar
que nunca
me ha preocupado demasiado
qué decir,
el qué dirán,
cómo reaccionar,
y mira lo bien que me
va.
Tumbado en la cama,
medio dormido,
con las manos apretadas,
hechas un puño,
debajo de la almohada.