Me has lanzado un bote de
pintura en toda la
cara.
Y luego me has pegado con una tubería,
y lanzado una tapa de alcantarilla
en la espinilla.
Y yo, rodeado de villanos,
te he lanzado un cubo de basura en llamas,
y tú me has contestado con
un puñetazo en toda
la
espalda.
La ciudad es oscura, el humo de las cocinas
de los restaurantes más infectos
se cuela entre las rejillas
de los respiraderos
más infectos.
Las luces de neón parpadean.
Algunas se apagan para no volverse
a encender nunca
más.
Y tú y yo, y todos contra el barrio.