Todo parece de juguete.
El cielo pintado de azul claro
y una densa niebla en la ventana.
La planta de plástico amarillo canario
y en la mesa un cuchillo de sierra oxidado.
La taza no es la misma que me regaló mi madre hace un año
y en la cocina espera un momento,
que me levante y compruebe
que todo parece
de juguete.