Si
esperas lo suficiente,
ese trocito de caca pegado en el
culo
acaba cayendo al suelo
por su propio
peso.
Eso lo aprendí de mi perro.
Él me lo enseñó mientras cagaba
y me miraba desde
lejos.
poemas de bolsillo
Si
esperas lo suficiente,
ese trocito de caca pegado en el
culo
acaba cayendo al suelo
por su propio
peso.
Eso lo aprendí de mi perro.
Él me lo enseñó mientras cagaba
y me miraba desde
lejos.
Soy de mi pueblo de toda la vida. Ver todas las entradas de Txema Maraví Artieda