Vivo en la calle.
Si quieres vivir conmigo
tespero en una esquina cualquiera, cerca de
una garrafa de agua de Bezoya
cualquiera.
Si por el camino
encuentras perchas de madera,
no las pases de
largo.
Siempre vienen bien las perchas de madera.
Esta
tarde me mudo.
Esta tarde dejo la calle.
Si quieres vivir conmigo te invito a vivir
conmigo.
Te invito a que dejemos la calle.
Ya estás aquí.
Mira cómo me soplo la mano.
Mira cómo miro tu
reflejo
en un charco.