Canto en
la ducha para olvidar.
No canto bien pero me da igual.
Se trata de cantar,
de nada
más.
Me reconforta imaginar
una ciudad en
llamas.
También una buena historia me reconforta.
Noto que desaparece la ansiedad.
Pronto volverá, pero esta
vez
estaré
preparado,
cagado y duchado.